La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), ha adjudicado por 2,5 millones de euros el proyecto de restauración ambiental e integración urbana y paisajística del tramo alto del río Cabra (Córdoba).
El proyecto actuará sobre una longitud de 4.500 metros y tiene como objetivo la recuperación del espacio fluvial necesario para evitar que este enclave se degrade aún más como consecuencia de la presión de las zonas aledañas, con abundantes vertidos e intensamente urbanizadas, industrializadas, cultivadas e intervenidas por el hombre.
Con esta actuación, el Organismo de cuenca pretende poner en valor los recursos naturales asociados al tramo urbano de este río, al tiempo que dar respuesta a las demandas de las asociaciones ciudadanas de la zona, que solicitaban su protección y conservación.
En efecto, el río Cabra, que atraviesa el término municipal de Cabra al sur de la población y en dirección este-oeste, sufre, en el tramo alto una serie de problemas de diverso tipo bajo una fuerte presión agrícola y urbana con el paisaje muy fragmentado.
Entre estos problemas se pueden citar la acumulación de vertidos y basuras, la pérdida de calidad de las aguas, la erosión y desestabilización del cauce y sus márgenes, una grave degradación de la vegetación y la absoluta desconexión del medio fluvial con el entorno tanto urbano, como agrícola o industrial.
El río Cabra es un río no regulado, afluente del río Genil. El tramo de la actuación se sitúa a unos 200 metros de su nacimiento, discurriendo sus aguas con una excelente calidad hasta este punto, a partir del cual van contaminándose a medida que se suceden los segmentos definidos.
Dado el estado de degradación de los tramos fluviales del entorno, y debido a que existe una riqueza real y potencial de la flora y fauna que puebla sus riberas, la CHG considera necesario proteger, conservar y poner en valor los recursos naturales asociados al tramo urbano del río Cabra.
Por este motivo, el proyecto previsto por la CHG pretende, básicamente, integrar el río en el conjunto de la localidad, conservar los tramos más estables ecológicamente, restaurar los más degradados y detener los procesos de contaminación, así como eliminar focos de presión e impactos al medio fluvial.