Consejos para reducir los riesgos laborales en el campo
Además de la propia protección personal, que es fundamental para las tareas agrícolas y ganaderas, también es imprescindible revisar el estado de los útiles empleados en el trabajo
En los últimos años se ha avanzado mucho en materia de prevención de riesgos laborales y seguridad en el trabajo. Y es que en mayor o menor medidas, en todos los tajos existe riesgo de sufrir un accidente que pueda provocar desde un infortunio puntual hasta incluso el fallecimiento.
Si hay un sector que en pleno siglo XXI todavía tiene bastante trabajo que hacer en este sentido para garantizar la seguridad de los trabajadores es el de la agricultura y la ganadería. Y es que las personas que desempeñan estas labores suelen trabajar diariamente con herramientas o maquinarias que entrañan, en cierto modo, un peligro para su integridad física. De ahí que toda prevención que se tome en este sentido sea poca para prevenir accidentes laborales.
Según la información ofrecida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, durante el pasado año 2020, las actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca registraron 36.329 accidentes, lo que supone un 15,1% menos que el año anterior. Por contra, destacar que en nuestro país hubo hasta 90 fallecidos en el sector agrario, un 57,9% más que en el 2019.
Sea por desconocimiento o falta de experiencia a la hora de desempeñar una labor, o bien por exceso de confianza, lo cierto es que el campo y los trabajos físicos que esta actividad entraña deja en evidencia que todavía queda que avanzar en esta línea para evitar infortunios o episodios trágicos en el peor de los casos.
Lo principal y fundamental para prevenir accidentes es el uso adecuado de material. Desde medidas básicas de prevención como la utilización de guantes de trabajo hasta el hecho de llevar una indumentaria adecuada para desempeñar la actividad, así como botas de protección con puntera reforzada. Este tipo de material puede evitar lesiones o accidentes que puedan producirse en las manos o los pies, y que pueden provocar golpes o traumatismos importantes, e incluso discapacidades físicas.
Además de la propia protección personal, que es fundamental para las tareas agrícolas y ganaderas, también es imprescindible revisar el estado de los útiles empleados en el trabajo. Desde herramientas de mano (azadas, tijeras, podadoras, palas, etcétera) hasta pequeña maquinaria (desbrozadoras, vibradoras, sopladoras o motoazadas) o maquinaria pesada como pueden ser tractores o cosechadoras.
De ahí la importancia de hacer revisiones periódicas a estos útiles para cerciorarse de que se encuentran en buen estado para su uso individual con una cierta garantía de seguridad. Es fundamental llevar a cabo este tipo de revisiones antes del inicio de las campañas de recolección como puede ser la de la aceituna, la almendra o la uva, pues la maquinaria empleada suele estar durante varios meses totalmente inutilizada, lo que puede provocar desperfectos en algunas piezas que, de alguna u otra manera, pueden poner en riesgo nuestra salud o exponernos a un accidente laboral.