Francisco Poyato, más de 30 años al servicio del arte
El pintor, escultor y poeta zuhereño nos abre las puertas de su Museo-Estudio para mostrarnos el fruto de toda una vida dedicada a una pasión
A la orilla de la Vía Verde del Aceite, en las entrañas de un Parque Natural como es la Subbética. Pocos museos pueden presumir de una ubicación tan privilegiada como el Museo-Estudio Francisco Poyato de Zuheros. En su puerta nos espera este pintor, escultor y poeta que lleva a su espalda toda una vida dedicada al arte.
A falta de un espacio expositivo donde poder mostrar el trabajo de tantos años, el Museo-Estudio Francisco Poyato es una ventana a la imaginación y al universo artístico de este autor zuhereño. Cientos de obras pictóricas y escultóricas pueblan las paredes, los suelos e incluso los techos de este espacio que ya se ha quedado pequeño.
Poyato nos muestra su obra con esa confianza y orgullo que le ha otorgado tantos años dedicados a una pasión. Este artista autodidacta siempre tuvo claro lo que quería ser: “Mi inquietud hacia la pintura, la escultura y la poesía ha existido desde siempre. Empecé a pintar de manera profesional sobre los 20 años. Ahí fue cuando tomé la decisión de salirme de mi trabajo y construir todo el mundo que estás viendo aquí alrededor. Fue una decisión muy importante en mi vida”.
La inspiración y la motivación por seguir creando y transmitiendo a través de cualquiera de sus vertientes artísticas permanecen intactas después de más de 30 años: “He nacido no con un don, pero sin con un empujoncito para poder hacer algo. Yo siempre digo que no pasa nada por ser viejo, lo malo es haber sido joven para nada. Eso sí que debe de ser triste”.
Poyato reconoce que el artista debe renunciar a muchas cosas para poder dedicarse en cuerpo y alma a algo que, desde un punto de vista objetivo, “no sirve para nada” más allá de transmitir una idea, un sentimiento o un mensaje: “Un artista es un pobre diablo. Es esa persona que se tira al vacío sin saber si va a caer de pie”.
La obra de este artista zuhereño es tan amplia que ya se ha convertido prácticamente en un imposible incluso su catalogación: “No sé si hay 2.000, 4.000 o 5.000 trabajos. Es complicado saberlo”. Y es que la obra pictórica y escultórica de Poyato está repartida por medio mundo. “Hay obras por Sudamérica, por Europa en países como Francia o Inglaterra… Por África no recuerdo pero probablemente en Marruecos haya alguna. La obra sale de aquí pero realmente no sabes dónde va a parar”.
Reconoce que, a día de hoy, su preocupación va más allá de ver algún día todas sus obras expuestas. “Una de mis inquietudes, más que ser reconocido como artista o conocer mi obra, es preservarla, que no se estropeé. Eso es lo importante para mí. Si mi obra se tarde 100 años en verla, a mí no me preocupa. Lo que me preocupa es que desaparezca, que se deteriore, que se rompa”.
Sus trabajos atestiguan los diferentes periodos por los que ha atravesado el pintor, desde el preoscuro u oscuro, pasando por colorista o evolutivo hasta llegar al surrealismo. Y es que cuando entras en el Museo-Estudio Francisco Poyato el tiempo se detiene, y no queda más que disfrutar y contemplar la obra y el trabajo de este artista con mayúsculas.
Por el Museo-Estudio Francisco Poyato han pasado belgas, ingleses, franceses, alemanes, chinos, vascos, catalanes, madrileños…gente de prácticamente todos los rincones de España y parte de Europa. De ahí esa espinita clavada del artista de un mayor interés por parte de la gente de la comarca. “De la Subbética vienen los que vienen. Dos de Doña Mencía, un grupo de Cabra, siete de Cabra o dos de Carcabuey. Zuheros está invitado a venir aquí y hay gente que no ha tenido la inquietud de acercarse a ver qué es lo que hago”.
“Yo lo puedo entender si realmente no les interesa el arte. A mí, por ejemplo, no me gusta el fútbol, no me gusta nada. Si hay alguien que no le guste el arte nada, lo perdono totalmente. Eso me reconcilia a mí conmigo mismo”, afirma Poyato.
El pincel y las manos de este artista no descansan nunca. Actualmente trabaja en el proyecto ‘AjedreZuheros’, una iniciativa artística que pretende convertir a Zuheros en el centro neurálgico del ajedrez desde el punto de vista cultural, artístico y deportivo. Otra de las iniciativas en marcha es la exposición ‘Arte en la calle’, prevista su inauguración para el mes de mayo.
Surrealista en su pintura y simbolista en su escultura, Francisco Poyato ha creado un estilo propio y personal. Capaz de buscar y encontrar el arte en objetos de uso cotidiano o incluso en huesos de animales, la obra de este artista zuhereño es digna de reconocimiento y mención.
Porque más de 30 años al servicio del arte es aval más que suficiente para, si aún no lo has hecho, acercarte a Zuheros para contemplar, disfrutar, aprender y difundir la obra de Francisco Poyato Serrano.