El barrio de la Villa de Iznájar fue el pasado sábado escenario de la inauguración del busto del quien fuese visir y cronista del reino nazarí de Granada Ibn al-Jatib, mentor de la fortaleza de Hisn-Ashar, la cual él mismo acuñó en sus crónicas como “la llave de la frontera del Reino nazarí”.
Al acto acudieron el alcalde de Iznájar Lope Ruiz y demás miembros de la corporación municipal, el cronista oficial de la Villa de Iznájar, Ángel Aroca, el cronista oficial de la ciudad de Loja, José Arenas, el reconocido escultor, Luis Manuel García, historiadores, escritores y ediles de municipios de la Subbética, así como personas del mundo de la cultura.
Con una breve recreación escénica daba comienzo un acto en el que los intervinientes expusieron las características de un personaje histórico de suma relevancia, influencia y nivel intelectual en su época.
Por su parte el concejal de Turismo, Antonio García, reconocía “el extraordinario trabajo de investigación y artístico hecho por Luis Manuel, documentándose sobre la fisionomía del personaje y los ropajes de la época, para configurar el busto de un personaje cuyo legado llega hasta nuestro días, pues sus poemas decoran los muros de la Alhambra y su testimonio ha sido recogido en el film “Los constructores de la Alhambra” estrenada en 2022”.
García Cruz agradecía al Ayuntamiento de Iznájar su confianza pues éste es el segundo trabajo realizado por el artista en esta localidad.. El primero fue el busto del ilustre iznajeño, Julio Burell, presentado en 2019, coincidiendo con el centenario de su muerte. Así mismo, el artista aprovechó para hacer un recorrido sobre la figura de Ibn al-Jatib, a quien describió como un renacentista, docto en múltiples materias.
Cerraba el acto el alcalde de Iznájar: “quienes paseen nuestras calles podrán conocer el pasado de este pueblo, estratégicamente clave entre los dos reinos fronterizos, y descubrir a los personajes que marcaron esa época e incidieron en el devenir de los acontecimientos que marcaron la historia de esta fortaleza durante ocho siglos”.
Durante su vida escribió más de sesenta obras
Muhammad ibn Abd Allah ibn Said ibn Ali ibn Ahmad al-Salmani, más conocido como Ibn al-Jatib, nació en la localidad de Loja allá por el año 713 de la Hégira, para los cristianos 1313. De una familia de mucho éxito social; no en vano su abuelo fue caíd y su padre fue gobernador de Granada. Sus maestros decían que era un joven aventajado en diversas materias, su educación fue dirigida por los doctores más sabios de su tiempo en teología y derecho, filosofía, matemáticas y medicina, sobresaliendo principalmente en los estudios históricos y políticos.
Fue durante el reinado de Yusuf I cuando comenzó su andadura política siendo desde secretario particular del sultán hasta convertirse en visir. Al ser asesinado Yusuf I heredó el trono Muhammah V de Granada, quien lo mantuvo en todos sus cargos. Aunque cuando Muhammad V fue destronado por su tío le despojaron de sus títulos y fue encarcelado. Sin embargo, en 1362 Muhammad V recuperó el trono de Granada y al-Jatib regresó del exilio, siendo restituido en todos sus cargos pese a que por esa época su relación ya no era la misma. Finalmente, cansado de tanta intriga palaciega, decidió abandonar Granada y dar el salto al Magreb donde hallaría se muerte en Fez, encarcelado, torturado y estrangulado en otoño de 1374 con 61 años. (hace exactamente ahora 650 años).
Durante sus años de vida escribió más de sesenta obras entre las que destacan libros de antologías, ascética, sufismo, derecho, geografía, viajes, historia o medicina. De todos ellos, los más conocidos son sus crónicas sobre los reyes de la Alhambra donde menciona al Castillo de Hisn-Ashar.