Iznájar sube al escenario cada año la Pasión y Muerte de Jesús, más conocida como “El Paso”, una representación teatral protagonizada por más de un centenar de vecinos y vecinas de la localidad y que está considerada la escenificación pasionista más antigua de la provincia de Córdoba, con origen a principios del siglo XVII.
El Sábado de Gloria, a las 17 horas de la tarde, el Salón de Usos Múltiples de Iznájar completa su aforo acogiendo a más de 500 personas llegadas de toda la geografía andaluza, llamadas por la calidad interpretativa y la puesta en escena de los quince cuadros que componen esta obra.
La Asociación Cultural Hisn-Paso Ashar es la encargada del montaje y la representación. A lo largo de los años y con el apoyo en los avances técnicos, se han ido revistiendo de una gran calidad.
El fuerte arraigo de esta tradición en la población iznajeña se puede apreciar en el entusiasmo con el que más de cien personas dedican su tiempo libre de manera no profesional, trabajan empleando su tiempo en ensayos, puesta en escena, ambientación, música, sonido, iluminación, diseño y reparación de decorados, vestuario, maquillaje, peluquería y cuantas labores son necesarias para hacer posible que cada año se cumpla con esta tradición ancestral.
Esta representación es, por haber sido consecuencia del legado de una tradición practicada durante siglos, singularmente única en la provincia de Córdoba y así es reconocida. 'El Paso' cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Iznájar y la Diputación de Córdoba.
Una tradición centenaria
Antiguamente, los textos se transmitían de padres a hijos, por lo que cabe suponer que fuera acumulando inexactitudes históricas y bíblicas hasta el extremo de que un documento episcopal fechado en el año 1742 llegó a prohibir las representaciones bajo pena de excomunión.
La puesta en escena dejó de representarse durante la Guerra Civil para reanudarse a mediados de los años cuarenta, a la antigua usanza, es decir con textos transmitidos de padres a hijos y en donde se resaltaba más la mímica que los diálogos en sí (lo que luego se vino a conocer como El Paso Antiguo).
En el año 1957 se decide abandonar los antiguos textos y poner en escena la obra La Divina Tragedia escrita por el padre jesuita José Julio Martínez. Obra que se inicia con la entrada de Jesús en Jerusalén y culmina con su muerte en la Cruz. Esta nueva versión, sobre un texto ya escrito, supuso que el número de participantes se cuadruplicara con el consiguiente mayor esfuerzo de memorización, de coordinación de ensayos, confección de vestuario o decorados.
La representación continuó durante varios años teniendo lugar en escenarios al aire libre, diferentes espacios de las calles y plazas de la localidad, lo que suponía que en las vísperas las inclemencias del tiempo se convirtieran en la mayor amenaza para echar abajo el trabajo realizado durante los meses previos. Fue por lo anterior por lo que se tomó la decisión de trasladar la puesta en escena a la Parroquia de Santiago Apóstol, en el antiguo barrio de La Villa, donde se vino representando hasta el año 1999. Desde esta fecha tiene lugar la puesta en escena en su actual ubicación del Salón de Usos Múltiples de la localidad.