Unos meses calurosos de julio y especialmente agosto, sumado al abastecimiento de aguas a varias localidades ha hecho que el pantano de Iznájar haya comenzado el mes de septiembre por debajo del 50% de su capacidad.
Actualmente, el embalse más grande de Andalucía se sitúa al 49,74% con 488 hectómetros cúbicos de agua embalsados. Es la primera vez que se baja de la cifra del 50% desde el pasado mes de abril. Y es que las abundantes lluvias caídas esta primavera ha hecho olvidar este 2018 la sequía que atravesaba el pantano a finales del pasado año, cuando apenas superaba el 20% de su capacidad.
Durante estos meses de verano, el pantano de Iznájar viene perdiendo en torno a 12 y 15 hectómetros cúbicos semanales. A pesar de haber bajado de esa barrera psicológica del 50%, no hay nada de qué preocuparse.
Y es que en esta fecha el pasado año, el embalse iznajeño se situaba al 29% de su capacidad con 285 hectómetros cúbicos, prácticamente un 20% menos de lo que contiene actualmente. Si se compara con los valores de hace una década, en 2008 se situaba en este mismo periodo al 57%, un 8% más que actualmente.