La sequía que atraviesa nuestro país, y especialmente algunas zonas de Andalucía, ha llevado a muchos municipios a tomar medidas restrictivas en el suministro de agua. Y es que, debido fundamentalmente a la falta de precipitaciones durante el invierno y la primavera, la situación de los embalses es cada vez más delicada.
El pantano de Iznájar se sitúa actualmente a sólo el 16% de su capacidad. A día de hoy se encuentra excesivamente bajo con sólo 153 hectómetros cúbicos embalsados.
Estos 153 hectómetros cúbicos embalsados son 26 menos de los 179 que contenía el pasado mes de junio. El pasado año, por estas mismas fecha, el embalse más grande de Andalucía contenía 169 hectómetros cúbicos y se encontraba al 18,3% de su capacidad.
Si nos vamos más atrás en el tiempo, la comparativa no mejora. Y es que la media de los diez últimos años en el pantano iznajeño, a estas alturas del mes de agosto, eleva esta cantidad de agua embalsada hasta los 457 hectómetros cúbicos (al 49,6% de su capacidad).