El Seprona decomisa una treintena de perros en un cortijo abandonado de Iznájar
Los animales se encontraban en pésimas condiciones higiénicas y algunos de ellos en avanzado estado de gestación, sin supervisión veterinaria alguna
Un operativo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del puesto de la Guardia Civil de Rute (Córdoba), acompañado por personal voluntario de tres protectoras de animales pertenecientes a la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba (Fapac), ha decomisado casi una treintena de perros, en concreto 28, de un núcleo zoológico ilegal, ubicado en un cortijo en malas condiciones situado en Iznájar.
Los animales rescatados han sido puestos bajo la tutela y cuidados de cuatro protectoras de la provincia, encargadas desde ahora de su cuidado y la atención veterinaria adecuada.
El Grupo de Protección Animal de Rute (GPAR) fue el que recibió la voz de alarma tras la comunicación, vía telefónica, de un aviso en el que se señalaba la existencia de un numeroso grupo de animales en pésimo estado en el interior de un cortijo derruido, en el término de Iznájar.
Tras las diligencias oportunas realizadas por parte del Seprona para comprobar la veracidad de los hechos denunciados, se procedió el pasado 20 de enero al decomiso de los animales que se encontraban en el interior del cortijo.
En la actuación, los agentes del Seprona estuvieron acompañados por personal y voluntarios de las protectoras GPAR, SOS Perrera Córdoba y Galgos del Sur, junto a un veterinario, así como la presidenta y la abogada de Fapac, Dolores Alcaide y Dulce Aguilera, respectivamente.
Los agentes del Seprona fueron los encargados de abrir la entrada del cortijo para dar paso a los voluntarios, que procedieron al rescate de 28 perros en pésimas condiciones higiénicas y algunos de ellos en avanzado estado de gestación, sin supervisión veterinaria alguna.
El interior del habitáculo donde se encontraban los perros no había ninguna entrada de luz natural, los restos de comida que se hallaron estaban en avanzado estado de descomposición y el agua putrefacta.
Las condiciones higiénico sanitarias del lugar donde vivían los canes eran del todo insalubres, con restos de orines y heces de los propios animales, junto con cadáveres de otros perros, además de ratas y escombros de la vivienda casi derruida, que habían provocado un cenagal de unos 20 centímetros sobre el que sobrevivían los canes, sin supervisión veterinaria alguna, sin el correspondiente chip de identificación y sin controles de vacunación y desparasitación.
Los 28 perros rescatados del cortijo han sido depositados en las protectoras GPAR, SOS Perrera Córdoba y Galgos del Sur, que estuvieron presentes en el rescate, además de en la protectora Peludos Los Pedroches, quienes han procedido a la identificación de los animales y a las correspondientes atenciones veterinarias de todos los perros decomisados.
De esta forma, se comprobará su estado de salud y se emitirá el correspondiente informe veterinario que atestigüe el estado de los canes, así como asegurar la recuperación de las múltiples secuelas físicas y psicológicas que puedan derivarse de las condiciones dantescas en las que se encontraban.
De hecho, una de las perras, que estaba en avanzado estado de gestación, tuvo que ser intervenida de urgencia tras su rescate, al comprobarse que debido a las condiciones en las que se encontraba los fetos no tenían latido y se temía por su vida.
Las investigaciones realizadas por el grupo operativo del Seprona refieren que los propietarios del cortijo donde se encontraban los perros ya habían sido objeto de un anterior decomiso de animales en noviembre de 2019, en otra vivienda de su propiedad y en una situación similar a la actual. En dicha actuación, se recuperaron más de medio centenar de perros, decenas de gatos, una cabra, un caballo, gallinas y palomas, por lo que estas personas han ha vuelto a reincidir en esta conducta presuntamente delictiva.
Las protectoras depositarias de los animales ya han presentado la correspondiente denuncia ante el Seprona, con objeto de que, tras realizar las diligencias de investigación oportunas, éstas sean remitidas al Juzgado de Guardia competente. En el momento procesal oportuno, dichas protectoras se personarán como acusación particular sobre el hecho presuntamente delictivo que se refiere.