Las bodas previstas ante la Virgen de Araceli en Lucena retrasan la restauración de la imagen hasta octubre
Los estudios realizados por distintas entidades a la imagen de la patrona de Lucena ponen de manifiesto la necesidad de consolidar el soporte material, así como la policromía de la Virgen y del Niño
El gran número de bodas que se prevén celebrar este próximo verano ante la Virgen de Araceli, en su santuario de Lucena, ha obligado a la Junta de Gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli a retrasar el inicio de los trabajos de restauración de su imagen titular, que se había previsto para el próximo junio, hasta el mes de octubre de este mismo año.
Así, según ha informado la referida cofradía lucentina, aunque inicialmente la fecha elegida por la hermandad y la empresa a la que ha encargado la restauración, Regespa, "era el mes de junio", tras "las numerosas llamadas recibidas", de "parejas que iban a contraer matrimonio ante María Santísima de Araceli durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre", la cofradía ha decidido "que la restauración comenzará en el mes de octubre".
La razón para ello no es otra que lograr que "el número de parejas que se vean afectadas por la ausencia" de la patrona de Lucena del Santuario de Aras "sea el menor posible", manteniéndose, eso sí, el acuerdo de la junta de gobierno de la cofradía de "encomendar la restauración de la imagen de la Virgen de Araceli y el Niño a la empresa Regespa", pero en la nueva fecha indicada.
El encargo se lo hace la Cofradía a la empresa dirigida por la especialista Rosa Cabello y en la que desarrolla su trabajo Enrique Ortega, restaurador de obras de arte como la 'Chiquita piconera', de Julio Romero de Torres, "teniendo como premisa el respeto a la imagen y el interés por que la intervención pase desapercibida".
El acuerdo de la junta de gobierno y de la Obra Pía se produce "tras el análisis y valoración de las cuatro propuestas de restauración presentadas por las empresas consultadas", que han llevado "a encomendar el trabajo a Regespa, por su dilatada experiencia en la restauración de imágenes religiosas y porque garantizaba que tras la intervención se mantendrá la impronta y estética actual de la Virgen".
Los profesionales de Regespa, que atesoran más de tres décadas de experiencia en el campo de la restauración de imágenes religiosas, "acometerán las labores necesarias para garantizar la preservación de la sagrada imagen de María Santísima de Araceli, cuyos orígenes se remontan a 1562, dedicándose a solventar los problemas que a lo largo de las últimas décadas se han ido acentuando para, de este modo, asegurar que su devoción perdure en el tiempo".
Los estudios realizados por distintas entidades a la imagen de la patrona de Lucena "ponen de manifiesto la necesidad de consolidar el soporte material, así como la policromía de la Virgen y del Niño", trabajos que se iniciarán en el mes de octubre, "con un periodo de ejecución de cinco meses".
El taller de Regespa está dirigido por la prieguense Rosa Cabello, que desarrolla su trabajo junto al portuense Enrique Ortega, por cuyas manos han pasado lienzos como la célebre 'Chiquita piconera' de Julio Romero de Torres. Ambos son licenciados en Bellas Artes y "acometerán las labores necesarias para garantizar la preservación de la sagrada imagen de María Santísima de Araceli".
Por su taller de Córdoba, "dotado de la infraestructura y material necesarios para garantizar el correcto cuidado de la Santísima Virgen, han pasado obras de toda la región, destacando el Jesús Nazareno de La Rambla, obra del afamado escultor barroco Juan de Mesa, así como el Cristo de la Caridad, Jesús Caído, vinculado a la producción de Pedro de Mena, el San Rafael del Juramento y la popular Virgen de los Dolores, devociones principales de la capital cordobesa".