Lucena se suma un año más a la fiesta de la Janucá
El Ayuntamiento recuerda el pasado sefardí de la ciudad participando en la festividad del encendido de las velas.
Por cuarto año consecutivo, Lucena ha celebrado la festividad de la Janucá, la festividad judía de las luces que se celebra a nivel mundial entre los días 18 y 26 de diciembre, para rememorar su pasado sefardí en un acto convocado por el Ayuntamiento de Lucena en el Palacio de los Condes de Santa Ana.
La conmemoración de la Hanuka en Lucena parte del compromiso adquirido por la Red de Juderías de España, entidad a la que pertenece la ciudad, por difundir las tradiciones culturales de los sefardíes, nombre dado a los judíos que habitaron la Península Ibérica durante la edad media, etapa en la que Lucena era conocida como la Perla de Sefarad.
En esta ocasión, al alcalde de Lucena, Juan Pérez, y a la concejala de Turismo, Teresa Alonso, les han acompañado en el encendido de las nueve velas de la gran hanukía, candelabro de origen judío, el rabino francés Israel Meir Gabay, miembro de la Asociación Europea de Cementerios Significativos, presente una vez más en Lucena para hacer entrega de una nueva placa conmemorativa que preside la necrópolis judía; así como los vecinos del municipio José Herrera, Soledad del Espino, Joaquín Ferrer, José Puerto, Jorge Servián y Teresa Ruiz Canela, como presidenta del colectivo Mujeres en Igualdad, que ha aportado los dulces sefardíes degustados a la finalización de la actividad.
En un acto conducido por la bibliotecaria municipal, Teresa Ferrer, algunos de los intervinientes, alumnos de los diferentes Talleres de Lenguas Judías que el Consistorio ha organizado en los últimos años, han dado lectura a diversos textos en ladino y hebreo, enriqueciendo el carácter de inclusivo e intercultural de la actividad.
La festividad de la Hanuka conmemora la victoria del pueblo judío sobre los griegos y el milagro del aceite, que permitió encender el candelabro del Templo durante los ocho días de batalla. Según marca la tradición, para conmemorar el milagro, los judíos encienden una vela cada día durante los ocho días hasta completar todos los brazos de la Januquía