El Palacio de los Condes de Santa Ana acoge las X Jornadas de Recuperación de la Memoria Democrática
La Delegación de Patrimonio Histórico organiza la actividad con el propósito de dar a conocer los detalles de las investigaciones desarrolladas en Lucena
El Palacio de los Condes de Santa Ana albergó ayer la décima edición de las Jornadas de Recuperación de la Memoria Democrática impulsadas por la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Lucena, en las que se abordó como tema principal el resultado de las investigaciones y hallazgos de campo y laboratorio desarrollados en el cementerio de Nuestra Señora de Araceli de Lucena durante el año 2017, además de exponerse conclusiones y análisis de distintas investigaciones paralelas desarrolladas en todo el ámbito nacional y concretamente en Andalucía.
Estos dos puntos últimos fueron los encargados de inaugurar la actividad, de la mano del periodista Juan Miguel Baquero, autor de los diferentes anuarios sobre las intervenciones en fosas comunes del Franquismo. Seguidamente se expusieron ponencias sobre dicho tema durante la Guerra Fría (1945-1947) en Eslovenia, para finalizar la franja de mañana con un foco un poco más local, pues se puso entonces el centro de atención en los trabajos arqueológicos desarrollados en Sevilla.
No obstante, el grueso de las jornadas se celebraron por la tarde, cuando entraron en cuestión las investigaciones y análisis puestos en marcha en Lucena. Una intervención que se produjo de la mano del Grupo Interdisciplinar de Arqueología y Antropología (GIAAF) de la Universidad de Granada, en primer lugar con Daniel Quiroga como ponente, al cual le siguió Francisco Carrión, quien realizó una presentación general del proyecto de intervención arqueológica, como responsable y coordinador del mismo, explicando las dos fases de trabajo realizadas en el cementerio de Nuestra Señora de Araceli.
Finalmente, Iván Sánchez, perteneciente también al GIAAF, llevó a cabo una ponencia más técnica, detallando con fotografías y diapositivas todo el trabajo de laboratorio que, en sus propias palabras, ha evidenciado “claramente que estamos ante casos de derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad”, pues las pruebas transfieren que “los huesos evidencian casos de tortura y de hacinamiento”.