Un siglo después de su fabricación, el reloj de la plaza Nueva ha completado su renovación gracias a los trabajos desarrollados en las últimas semanas por la empresa Campanas y Relojes Rosas, heredera de la sociedad Roses Hermanos que elaborara en 1921 el reloj que siete años después se instalara en el torreón anexo a la casa consistorial lucentina.
Con un presupuesto que ronda los 8.500 euros, la puesta a punto del mecanismo del reloj ha consistido en la sustitución de elementos como las esferas y la bola dorada que corona el templete de la torre a fin de recuperar la vistosidad y el pleno funcionamiento de un montaje, recuperando así el sistema de descenso y ascenso de dicho elemento al dar tanto las 12:00 horas del mediodía como de la medianoche.
El concejal de Servicios Operativos, César del Espino, ha informado que los trabajos contratados incluyen la renovación de todas las luminarias existentes en las cuatro paredes de la torre y el recambio de las piezas más deterioradas, completando así “una actuación muy singular sobre un elemento del patrimonio de Lucena que es una maravilla y que se renueva ahora que cumple un aniversario muy especial”.
Como ya se avanzó desde la Concejalía de Servicios Operativos, a partir de ahora serán los propios técnicos municipales quienes asumen dar cuerda al reloj semanalmente accediendo a la torre, si bien el resto de trabajos de mantenimiento e inspección del buen funcionamiento serán objeto de una nueva licitación.
Hasta este verano, en el Ayuntamiento se pensaba que el reloj de la plaza Nueva fue fabricado en 1928 por la valenciana empresa Roses Hermanos, sin embargo en la primera visita de los operarios de la firma Campanas y Relojes Rosas, actualmente instalada en Jaén, permitió datar el reloj en 1921, por lo que los trabajos de remozado que se realizan estos días servirán para festejar el primer centenario del mecanismo.