La historia del Cajasur-Knolive en Europa acabó casi a las primeras de cambio. El Kalo-Meh, un equipo curtido, remontó el 3-2 de la ida para imponerse por 3-0 en Hungría. Podría entenderse como excesivo, ya que no hay tantas diferencias entre ambos contendientes. Y, además, se debe añadir que a veces pequeños detalles marcan un encuentro de Copa de Europa, como ha sucedido en esta ocasión.
Hay veces que los desenlaces de los partidos llegan al final y otras en las que un detalle decanta en cualquier momento. En esta ocasión, ganó fuerza esta segunda corriente puesto que el 13-11 a favor de Peto sobre Machado decantó la balanza a favor del Kalo-Meh en el partido. Porque el prieguense terminó cayendo por 3-1.
Y eso generaba toda la presión sobre Kosiba, a quien Demeter le quería devolver la derrota de Priego. Y lo cierto es que el duelo de magiares se decantó pronto del bando local. De hecho, fue por la vía rápida para poner un 3-0 que complicaba sobremanera las opciones del representativo de la Subbética de seguir en competición.
Para ello, Alejandro Calvo debía superar a Gerold. El prieguense se dejó la piel en el partido más emocionante de la velada. De hecho, llegó a tomar dos delanteras en el marcador que habrían mantenido al equipo con vida en un siguiente encuentro. Sin embargo, y tras malograr un punto de partido en la cuarta manga, perdió por 3-2 y ahí se acabó la aventura europea para el Cajasur-Knolive. Ahora quedan liga y Copa. Y esos siguen siendo retos muy golosos.