El Cajasur se lleva los puntos de una épica contienda ante el Borges (2-4)
El Cajasur ha demostrado que su candidatura a recuperar el trono de la Superdivisión es seria. En Borges, en la casa del campeón, se ha impuesto en un partido tenso, divertido, competido y todos los calificativos que acompañan al enfrentamiento entre dos de los grandes del tenis de mesa español. La victoria por 2-4 permite al equipo de la Subbética consolidarse en el liderato y enviar un mensaje al resto de aspirantes.
La contienda comenzó con un partido entre Marc Durán y Diogo Carvalho, en el que el portugués sacó una versión incontestable de su juego. Un 0-3 de partida daba la opción al Cajasur de encarar la contienda tranquilo sabedor de la enjundia de su adversario.
De hecho, lo comprobó en el siguiente turno. Carlos Machado discutió el primer set a Viktor Bodd, pero después el sueco puso tierra de por medio y acabó por devolver el 3-0 del primer punto. Los dos contendientes sacaban a relucir todo su potencial.
En el tercer punto, Hampus Soderlund se medía con el siempre correoso Masip. Pero el sueco explotó todo su poderío sobre la mesa. A su adversario no le dio opciones y acabó por poner un esperanzador 1-2 para el Cajasur a la espera de que llegara el punto más esperado de la contienda.
Carvalho y Brodd echaron un gran pulso. El luso se adelantó por dos veces en el marcador, pero el sueco siempre tuvo la última palabra. Niveló dos sets y en el decisivo remontó un 7-9 para terminar por ganar un parcial fundamental para los suyos. Y, si al principio, Brodd contestó a Soderlund, el sueco del Cajasur hizo lo mismo en el partido contra Durán. Dominó la primera manga y en la segunda sufrió para encarrilar el quinto punto. Esa coyuntura le hizo más fuerte para poner el 2-3 y dejar, al menos, un punto de botín.
Pero el Cajasur quería más y Machado debía ser el de las grandes noches ante un siempre incómodo Masip. De hecho, no era la primera vez que entre los dos debían decantar el resultado del clásico actual de la Superdivisión. Veteranía solemne contra irreverente juventud. Y Machado, como en la famosa ranchera, recordó que sigue siendo el rey cuando llegan los momentos definitivos. Se impuso por 0-3, concedió uno de esos puntos que pueden ser decisivos al final de la Liga, el objetivo que persigue el Cajasur.