El Cajasur, buque insignia del Real Club Priego tenis de mesa, tenía en Santiago de Compostela algo más que un partido con dos puntos en juego. Tenía la posibilidad de decidir cómo sería su futuro en la Superdivisión en su duelo ante el Arteal. De ganar, pasaba a depender de sí mismo con más de media temporada por jugarse; de perder, empezaría una especie de carrera de persecución ante los compostelanos, quienes han demostrado ser una seria alternativa al título.
Y el representativo de la Subbética ganó. De nuevo, se puso el traje de campeón, echó mano de la experiencia y superó algo que se podría calificar como extraño. Porque en esta ocasión el papel estelar de Carlos Machado se lo repartieron entre Diogo Carvalho y Qiyao Han, artífices del triunfo tras facturar los puntos que tuvieron en juego.
De hecho, así comenzó el partido. Carlos Machado se vio superado por el brasileño Manhani después de que se llevara la primera manga. Es cierto que fue un partido con parciales muy ajustados, pero el local estuvo en los momentos decisivos más acertado.
Con el marcador en contra, Diogo Carvalho era el elegido por Luis Calvo para afrontar la siguiente contienda ante el prieguense Moisés Álvarez. Sin duda, la profundidad de banquillo del Cajasur es una de sus grandes virtudes y el luso lo dejó patente con un 0-3, que aportaba tranquilidad antes del que sería el duelo del partido.
Sobre todo, porque el que tomara la delantera condicionaría el resto del choque. De ahí que se viviera un emocionante encuentro entre Enio Mendes, uno de los integrantes de la primera Liga del Real Club Priego, ante Qiyao Han. Y el oriental del Cajasur ratificó que apostar por él no fue una locura pese a su juventud. Mendes se llevó la primera y kilométrica manga del punto (19-17), pero eso no hundió a Han. Se puso con un 1-2 (sendos 7-11) y eso fue clave. Porque Mendes igualó a dos, pero Han estuvo resolutivo en el quinto.
Y bajo ese modo del quinto set del chino entró en acción nuevamente Carvalho ante Humberto Manhani. Es decir, sin dar opción de ningún tipo. Por la vía rápida un 0-3 que garantizaba un punto. El bien menor estaba en la mochila, pero el Cajasur quería más.
Si cabe, con Carlos Machado parecía posible aligerar los trámites de cualquier encuentro. Sin embargo, Enio Mendes le complicó el pleito hasta el punto de remontarle un 1-2. Es decir, que todo quedaba a expensas del último partido entre Qiyao Han y Moisés Álvarez.
Y el partido comenzó en tablas. Se adelantó el oriental y empató el prieguense del Arteal. Llegados a ese punto, Qiyao Han marcó las diferencias para certificar dos puntos en un partido de sufrimiento dulce (por el resultado final) y que permiten al Cajasur, por ende Real Club Priego Tenis de Mesa, soñar con su quinto título de Liga. Al menos, hoy parece un poco más cerca.