El Cajasur Priego pone fin a su racha de imbatibilidad tras caer derrotado en Irún
El combinado prieguense encadenaba 34 partidos consecutivos en la Superdivisión Masculina sin conocer la derrota
El Cajasur Priego cayó derrotado ante el Leka Enea, que rozó la perfección en muchas fases de la contienda. En sí, es algo que se puede entender dentro de la lógica del deporte, pero que para el equipo de la Subbética resultó extraño después de tanto tiempo sin hacerlo (imbatido el pasado ejercicio). Este golpe supone un aviso para el equipo prieguense en sus aspiraciones de retener el título de Liga.
El primer partido resultó definitivo para la suerte del choque, pero que para desgracia prieguense cayó del lado de Kosiba. El magiar superó en cinco mangas a Carvalho, a quien la red le jugó en contra en muchas ocasiones. Eso sí, la contienda estuvo repleta de rallyes espectaculares por parte de uno y otro.
Con el viento en contra, Alejandro Calvo tenía que capear con Soderlund. El sueco se llevó las dos primeras mangas, pero con una fuerte resistencia del prieguense. De hecho, el 2-0 no le condicionó para llevarse la tercera manga. Pero alertado por esa coyuntura, el nórdico no dio opciones y encarriló el partido para los irundarras.
En el tercer envite, Carlos Machado se midió a Endika Díez. El número uno dio muestras de su solvencia. Siempre dominando el partido y manteniendo a distancia al jugador vasco. El 3-0 fue reflejo de las diferencias entre uno y otro.
Y esa inercia positiva pareció adquirirla Carvalho en su partido ante Soderlund. Ganó la primera manga y alimentaba las opciones de remontada de los prieguenses. Sin embargo, el sueco sacó toda su furia para remontar, si bien, como le sucedió a Kosiba, tuvo ciertas dosis de fortuna con la red. El caso es que el 3-1 ya sólo daba opción a puntuar al Cajasur.
Pero Kosiba estaba empeñado en ser el hombre del partido. Y así lo demostró en la primera manga superando a Machado, pese a que el prieguense arrancó con fuerza. Machado ganó la segunda manga y sus sensaciones apuntaban a que habría sexto punto. Sin embargo, Kosiba estaba en plenitud y lo constató con un inverosímil golpe defensivo tocó el filo de la mesa. Así se llevó la tercera manga y la cuarta. Así certificó el punto, el partido y la primera derrota después de mucho tiempo para el Cajasur.