Encuentran en la Subbética los restos de un asentamiento agrícola del Neolítico Antiguo
Durante los trabajos llevados a cabo en el Cerro del Cercado de la aldea prieguense de Zamoranos se han recuperado cerámicas decoradas, cuentas de collar y brazaletes pétreos en diversas fases de manufactura
Durante la segunda quincena de julio se ha llevado a cabo una intervención arqueológica puntual en el Cerro del Cercado, en la aldea prieguense de Zamoranos. Estos trabajos los ha llevado a cabo el equipo universitario dirigido por el profesor Rafael Mª Martínez Sánchez (Universidad de Córdoba), en el que participan otros profesores (Juan Carlos Vera Rodríguez, UHU), investigadores y alumnos de las Universidades de Huelva, Granada y La Laguna, además de la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de Jaén.
El proyecto cuenta con el apoyo logístico, técnico y financiero del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, coordinado desde el Servicio Municipal de Arqueología (Museo Histórico Municipal) en aplicación del acuerdo de colaboración existente entre la institución local y las universidades de Huelva y Córdoba y que tiene como objetivo la investigación de la Prehistoria reciente en el municipio.
En 2018 se realizó una primera intervención arqueológica en la Cueva de los Mármoles, cuya memoria final se está ultimando en estos días. Ahora le ha tocado el turno al Cerro del Cercado, al ser este representativo de los yacimientos al aire libre (y no en cueva) que cuentan con una ocupación del Neolítico Antiguo, es decir, del momento en el que se asentaron las primeras comunidades agrícolas en el sur de la península ibérica (VI milenio a.C.). En nuestra comarca estos emplazamientos suelen ser cerros o lomas de escasa altura que se disponen, preferentemente, en el valle del río Salado.
El sur de Córdoba es, desde hace años, un referente bibliográfico en la investigación del Neolítico Antiguo en cuevas, donde la cultura material suele recuperarse en buen estado de conservación, aunque asociada a estratigrafías generalmente alteradas y vinculada a un uso funerario de estos espacios subterráneos, y no de habitación como se pensó en los primeros momentos de la investigación.
El Cerro del Cercado podrá aportar, por tanto, aquello que falta en las cuevas: materiales estratificados asociados a estructuras positivas y negativas relacionadas con la vivienda y su entorno antropizado. O, simplificando, poblados con cabañas donde se asientan diversos grupos humanos dedicados a la explotación agropecuaria de su entorno.
El objetivo de la intervención arqueológica programada es valorar la potencialidad del yacimiento y su capacidad de aportar conocimiento para el periodo de interés, de miras a su futura inclusión en un Proyecto General de Investigación, así como diagnosticar su estado de conservación y afecciones negativas a las que está sometido, de origen natural y antrópico, para actuar sobre ellas y minimizarlas.
Para garantizar el aprovechamiento máximo de la potencialidad del sitio, se emplearán tecnologías innovadoras (LIDAR, fotogrametría…), así como la metodología usual en arqueología prehistórica, que criba en seco y flota con agua los sedimentos para recuperar elementos orgánicos de interés, como carbones o semillas. También se han tomado muestras de sedimento para identificar pólenes y esporas de interés arqueológico.
Durante los primeros días de trabajo ya se habían recuperado distintos elementos materiales muy significativos del Neolítico Antiguo: cerámicas decoradas, cuentas de collar, brazaletes pétreos en diversas fases de manufactura (lo que evidencia la existencia de un taller en el emplazamiento), industria lítica laminar, etc., así como las primeras evidencias de lo que podrían ser estructuras.