Según los datos publicados por la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda, en el año 2012 la deuda viva del Ayuntamiento de Baena ascendía a 13,5 millones de euros. A 31 de diciembre de 2017 la deuda municipal ya estaba por debajo de los 8 millones de euros, situándose a día de hoy en poco más de 7 millones.
Teniendo en cuenta esta información, que se elabora a partir de los datos remitidos por el Banco de España, en 2009 la deuda viva del Ayuntamiento de Baena alcanzó su cifra más alta, con 13.860.000 euros. Desde el año 2012 se ha venido reduciendo de forma paulatina –12,9 en 2013, 12,7 en 2014, 11,1 en 2015, 8,7 en 2016 y 7,9 en 2017– alcanzando casi un 50 por ciento de contracción en los últimos ejercicios.
Según explica el alcalde, Jesús Rojano, “vamos a ir teniendo más capacidad de inversión porque cada año estamos haciendo inversiones que reducen el coste del mantenimiento de los servicios”. No en vano, gracias a las diferentes obras que se están llevando a cabo estos meses para mejorar las infraestructuras hidráulicas de Baena y Albendín y las actuaciones de eficiencia energética “vamos a pagar menos por la compra de agua y en la factura de la luz, lo cual nos da más capacidad de ahorro”.
De hecho, si en la actualidad el Consistorio amortiza cada ejercicio 1.350.000 euros, a partir del año 2022 el Ayuntamiento de Baena dispondrá en cada presupuesto de medio millón de euros más para realizar inversiones, ya que el pago de la deuda municipal se reducirá hasta los 700.000 euros anuales.
Además de esta evolución positiva, Rojano valora que este sea el primer año en que se pueda utilizar el remanente de Tesorería para realizar inversiones financieramente sostenibles. Con el superávit de 2017 ya se han podido afrontar varios reconocimientos extrajudiciales de obligaciones, se ha cancelado el préstamo de Promude –la promotora municipal que gestionaba los aparcamientos públicos– y se podrá renovar la red de abastecimiento de varias calles.