El Hospital Universitario Reina Sofía ha creado equipos de profesionales especializados para la atención a pacientes ingresados por Covid-19 (confirmados o con sospecha –pendientes de confirmación-). Estos equipos de facultativos y enfermería trabajan siempre en pareja y con un estricto protocolo de protección en las plantas de hospitalización independientes del resto de circuitos asistenciales.
Tras el análisis de varios modelos de funcionamiento en otros hospitales, las Unidades de Medicina Interna y Neumología han desarrollado este protocolo de actuación para garantizar una correcta atención al paciente y el máximo nivel de protección de los profesionales sanitarios que forman los equipos Covid.
Concretamente, los servicios de Neumología y Medicina Interna son los responsables de la atención de estos pacientes y, para garantizar la protección de los profesionales y reducir los riesgos de contagio, se ha establecido un protocolo que contempla al detalle los circuitos de entrada y salida de material, la circulación de los profesionales que entran en las habitaciones y las áreas de tránsito del resto de profesionales que tienen que trabajar también en la planta de aislamiento sin contacto con el paciente.
Detalles con importancia
El primer paso es definir quiénes forman los equipos Covid. Hay equipos compuestos por facultativos y otros por enfermeras. Ambos trabajan siempre en pareja y cada uno de los miembros tiene unas funciones concretas asignadas. Así, por ejemplo, uno de ellos será quien entre en la habitación y el otro será quien haga las anotaciones en la historia clínica del paciente, realice el chek list o entregue material en caso de ser necesario y siempre con la protección adecuada.
Otro de los aspectos definidos es el circuito físico por el que pueden y no pueden pasar cada uno de los profesionales que trabajan en el ala de hospitalización. Para ello, los pasillos están divididos (una línea los delimita) en dos zonas: una destinada sólo a los equipos Covid (la zona del pasillo pegada a las puertas de las habitaciones) y, la otra, por la que pueden circular el resto de profesionales que trabajan en ese ala (preparando medicación, registrando datos, …).
Asimismo, se ha establecido en cada zona de hospitalización de pacientes con coronavirus una sala destinada a la colocación de los Equipos de Protección Individual (EPI) a fin de que los profesionales tengan espacio suficiente y una zona en la que puedan concentrarse para colocarse el equipo de forma correcta, sin saltarse ningún paso. En este sentido, las paredes de esta sala muestra en imágenes los pasos que los profesionales del equipo Covid deben seguir para la colocación del EPI. Además, para garantizar que el profesional realiza correctamente todos los pasos, otro colega actúa como supervisor.
Ponerse un EPI
El protocolo que el profesional tiene que seguir antes, durante y después relativo a la vestimenta y deshecho de materiales (guantes, batas…), así como el lugar donde debe depositarlos es clave. Es un ritual que requiere concentración y supervisión para evitar olvidarnos de algún paso.
Comienza antes de que el profesional se ponga el EPI, ya que el protocolo (colgado en formato viñetas en las paredes) recuerda que el profesional tiene que deshacerse de todos sus objetos personales; ponerse después el pijama verde y los zuecos, pasar a un área denominada ‘limpia’ en la que se revisa que todos los componentes del EPI son de su talla, colocarse el EPI, las calzas, el gorro, guantes, mascarilla.., todo ello con varias momentos intermedios en los que se tiene que realizar el lavado de manos.
Una vez que el profesional se ha colocado el EPI correctamente y siempre bajo la supervisión de su colega, antes de entrar en la habitación del paciente tiene que colocarse un segundo guante y bata desechable. Igualmente, el protocolo contempla medidas específicas de protección dentro de la habitación y, otras acciones de desinfección antes de entrar en la zona limpia.