Ayer concluyo el plazo que la Consejería de la Presidencia, Administración e interior de la Junta de Andalucía abrió para que los entidades y ciudadanos hicieran aportaciones para el desarrollo del Anteproyecto de la nueva Ley de Protección de los Animales en Andalucía.
Galgos del Sur hizo aportaciones y defendió que no se puede retroceder con relación a la anterior Ley anterior del año 2003, debemos avanzar en la protección de los animales, convirtiendo la nueva Ley Andaluza en vanguardista y referente en protección animal a nivel nacional.
Patricia Almansa, Presidenta de Galgos del Sur, afirma que desde su entidad apuestan por una Ley donde la lucha contra el maltrato hacia todos los animales sin distinción, el abandono de estos, la tenencia responsable, el sacrificio 0, la esterilización obligatoria, la regulación de la compra-venta de animales y la adopción sean sus pilares básicos.
Según Almansa, la Junta de Andalucía tiene que cumplir el convenio de Estrasburgo sobre la protección de los animales de 1987, prohibiendo el uso de perros como galgos, podencos y otras razas para actividades recreativas como la caza deportiva, y de esta forma acabar con la lacra del abandono de perros destinados a la caza como los galgos, que son criados de forma masiva para esta, de los que solo unos pocos son utilizados y el resto son desechados. En Galgos del Sur desde 2008 han recogido más de 2000 galgos, solo el año pasado recogieron 348 galgos abandonados solo en la provincia de Córdoba. La mayoría de estos acaban muertos o sacrificados.
Según Patricia Almansa, una Ley donde debe quedar explicito que los Ayuntamientos locales son los competentes en velar por la protección y bienestar de todos los animales abandonados en su termino municipal, quedando prohibido por parte de estos el sacrificio de animales sanos en cumplimiento del sacrificio 0, así como que los Ayuntamientos son los responsables directos de prestar auxilio a animales abandonados y heridos, y la recogida de los animales abandonados con el único fin de la adopción.
La nueva Ley debe también dejar recogido que los Ayuntamientos deben proteger a los gatos ferales, reconociendo las colonias felinas, la figura del alimentador/a, y el método C.E.R. como único sistema para el control de los gatos ferales.
Para la consecución de estos fines se debe dejar reflejado en la nueva Ley la obligación de los Ayuntamientos de establecer convenios de colaboración con entidades de protección animal.