Coincidiendo con el inicio en el campo de la “berrea” desde mediados de septiembre la Guardia Civil de Córdoba, fundamentalmente a través de sus unidades especializadas en la Protección de la Naturaleza (SEPRONA), ha reactivado un operativo especial de servicio que se desarrollará principalmente en los acotados de caza mayor y sus proximidades, que se concentran esencialmente en la zona norte y centro de la provincia.
La primera fase de este operativo se inició a finales del pasado mes de agosto dado que en estas fechas los cérvidos ya cuentan con cuernas desarrolladas y se inicia su período de reproducción. En esta fase la Guardia Civil desarrolla fundamentalmente labores de prevención y erradicación de episodios de furtivismo.
La segunda fase del operativo se ha inició el pasado día 12 de octubre y se prolongará hasta el próximo día 9 de febrero de 2020, fecha en la que finaliza la temporada. En esta segunda fase la Guardia Civil orientará principalmente los servicios al control, inspección y verificación de las modalidades de caza autorizadas incluidas las nuevas modalidades de caza implementadas por el Decreto 126/2017, de 25 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la Caza en Andalucía, como son “a diente en mano” para la captura con perro del conejo y el “aguardo nocturno para jabalíes” para caza mayor y “perros de madriguera” exclusiva para la caza del zorro, comprobación de las autorizaciones administrativas de los propios cazadores y de las rehalas participantes, y detección de la caza furtiva, comercialización y transporte de las carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos conocidas como “mata y cuelga”.
En este sentido el esfuerzo de las Unidades implicadas tenderá a prevenir los episodios de furtivismo en un primer estadio y a denunciar las infracciones, cuando las mismas se produzcan. Del mismo modo, los procedimientos operativos de los servicios irán dirigidos a evitar episodios de “retranca” detección y erradicación de los “ganchos irregulares” y las “monterías ilegales”.
Las monterías, debido al elevado número de participantes, el empleo de armas largas rayadas y el uso de rehalas serán objeto de una supervisión más detallada para evitar que se establezcan más posturas de las autorizadas y que se desarrollen con las medidas adecuadas al objeto de garantizar la seguridad de las personas participantes.
Con respecto a las rehalas de perros utilizadas en este tipo de cacerías, la Guardia Civil comprobará los certificados o talones demostrativos de haber realizado operaciones de desinfección de los medios de transporte de los perros. Así mismo, la Guardia Civil pretende concienciar a los rehaleros, de la necesidad de estar en posesión de todas las autorizaciones administrativas necesarias, la inscripción de los núcleos zoológicos en el Registro de Explotaciones Ganaderas de Andalucía, seguros de responsabilidad civil, licencias de caza, medios de transporte y capacitación de los conductores desde el punto de vista del bienestar animal.
De la misma forma verificar el cumplimiento del Decreto 165/2018, de 18 de septiembre, por el que se regulan las condiciones sanitarias de la carne de caza en Andalucía con destino a consumo humano, Decreto que entró en vigor el 25 de septiembre de 2018.
Continúan en vigor las normas de naturalización de trofeos, según las cuales, aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías, podrán transportarlos en recipientes herméticamente cerrados, por ellos mismos o a través de terceros con destino a las taxidermias, acompañados del documento expedido por el veterinario en caso de monterías, ganchos y batidas o por el guarda del coto respecto a recechos y aguardos. A este tenor cualquier recipiente que cumpla esta función es válido, lo que permite realizar el transporte del trofeo introducido en una bolsa de plástico que ofrezca la resistencia y estanqueidad oportuna, para evitar el vertido de líquidos orgánicos. Por último, se verificará que todos los trofeos vayan con su correspondiente precinto.
Al igual que en la primera fase, un gran esfuerzo se va a destinar a atajar los episodios de furtivismo que pudieran aflorar con la temporada ya comenzada.
Durante la pasada temporada de caza, la Guardia Civil efectuó 532 actuaciones, entre identificación de personas y vehículos, verificación de actividades cinegéticas, inspecciones y registros o constatación de infracciones administrativas. Ello permitió la inspección de 107 cacerías de diverso tipo, con un resultado de 117 infracciones administrativas por vulneración de diversos preceptos en materia de caza.
Como consecuencia de los expedientes de denuncia instruidos, la Guardia Civil intervino un arma de fuego, así como material de apoyo para cometer los episodios de furtivismo como un visor, dos navajas, un hacha, un reclamo eléctrico y una sierra; y un total de 140 kilos de carne de ciervo procedente de ciervos capturados de modo irregular o ilícitamente abatidos, siendo instruidas diligencias por Delito de caza procediéndose a la investigación de dos personas por dicho delito de caza.