Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados seguirán en Baena y mantendrán la residencia en San Francisco
Esta residencia asiste actualmente a más de 40 personas mayores y genera unos 25 empleos
El alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha dado a conocer esta mañana la decisión de la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de seguir en Baena y mantener abierta la residencia de ancianos de San Francisco a pesar de las dificultades que han tenido durante los últimos meses, entre ellas la falta de vocaciones religiosas y la necesidad de llevar a cabo una inversión para adaptar el edificio a la normativa de la Junta de Andalucía.
Rojano, que recibió ayer tarde la comunicación oficial, ha mostrado su “satisfacción por esta noticia tan positiva” para la ciudad y ha agradecido la buena disposición de la congregación y el Obispado por mantener una residencia que actualmente asiste a más de 40 personas mayores y genera unos 25 empleos.
El alcalde ha trasladado la “disponibilidad del Ayuntamiento y del pueblo de Baena en colaborar con la congregación y el Obispado” en la subsanación de las deficiencias de este edificio histórico para obtener la acreditación necesaria mediante la búsqueda de financiación a través de programas como el Lidera, fondos europeos o los fines sociales de la declaración de la renta.
Aunque la decisión del cierre no dependía del Consistorio, Jesús Rojano ha explicado que en varias ocasiones se ha reunido con los responsables de la congregación y el Obispado para “transmitirles el deseo de todos los vecinos de Baena de que pudieran permanecer en el Convento de San Francisco”, no sólo por el servicio que presta la residencia, sino por la “repercusión” que hubiera tenido el cierre para la Semana Santa baenense y la figura de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
En este sentido, el primer edil también ha mantenido varias reuniones con la consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, al tratarse de un “problema urbanístico y de conservación del patrimonio” y un “equipamiento al que no podíamos renunciar” ubicado en una “zona humilde que requiere de inversión, restauración y puesta en valor”.