El Hospital Reina Sofía incorpora la micropigmentación de areolas en cáncer de mama

Esta medida mejora la autoestima, facilita la aceptación de la imagen y ayuda a cerrar una etapa difícil en la vida de muchas mujeres. 
 

El Hospital Universitario Reina Sofía ha puesto en marcha una consulta de micropigmentación del complejo areola-pezón dirigida a mujeres que han pasado por una cirugía por cáncer de mama. Se trata de un recurso asistencial que supone un salto significativo hacia la atención integral de las pacientes oncológicas que persigue mejorar la calidad de vida y la autoestima de las mujeres. Cada año, numerosas mujeres se someten a una cirugía que implica efectos sobre la cirugía de sus mamas, y una gran proporción de ellas son beneficiarias de este nuevo recurso. 

La micropigmentación de areolas permite devolver un aspecto natural a la areola-pezón y ofrece importantes beneficios psicológicos para las pacientes. La consulta permite prestar una atención humanizada y e innovadora en el tratamiento integral del cáncer de mama. Somos conscientes del impacto que puede llegar a generar el cambio estético que muchas enfermedades producen y esta consulta viene a dar respuesta a esas necesidades, que no estaban cubiertas y que son también parte de la enfermedad”. 

El procedimiento, que comenzó a aplicarme el pasado verano y del que ya se han beneficiado 39 pacientes, “está diseñado para ser indoloro y semipermanente, proporciona resultados instantáneos que pueden durar varios meses o incluso años, convirtiéndose en una herramienta clave para la recuperación emocional y física de las mujeres que han enfrentado al cáncer de mama u otras condiciones que hayan supuesto la alteración de la mama”, explica la jefa del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora, Macarena Ávila. 

Mejora la autoestima

Concretamente, tras las primeras sesiones, “muchas mujeres nos trasladan cómo han mejorado su autoestima y se sienten más optimistas, lo que facilita la aceptación de su imagen corporal y ayuda a cerrar una etapa difícil de sus vidas”, señala la enfermera Celia Vicente. Así, después de este tratamiento, las pacientes se sienten más seguras y capaces de normalizar la situación vivida.

Las enfermeras responsables de la consulta han recibido formación especializada para garantizar resultados óptimos y seguros y explican que, “aunque es un procedimiento similar, cada mujer tiene unas necesidades concretas e intentamos trabajar para ofrecer un tratamiento personalizado y de alta calidad a cada una de ellas, teniendo en cuenta que cada persona tiene sus propias expectativas", señala Silvia Naranjo.

Las enfermeras explican que la micropigmentación no es un tatuaje, ya que se trata de un procedimiento menos invasivo, en el que los pigmentos se depositan a una profundidad de entre 0,2 y 0,5 milímetros de la piel, frente a los 2 milímetros de los tatuajes convencionales. Además, emplea pigmentos selectivos y diseñados específicamente para garantizar resultados naturales y semipermanentes. Además, estas profesionales insisten en la importancia de que las mujeres conozcan este servicio y lo puedan solicitar en el Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora. 

Proceso integral y adaptado

El tratamiento incluye varias etapas. Una primera visita, en la que se realiza la evaluación clínica para analizar la historia médica, el estado de la piel y posibles contraindicaciones. El segundo encuentro se centra en la micropigmentación, con un diseño personalizado, y se procede a la aplicación de pigmentos, elaborando el tono de la paciente de manera individual y contando con la participación de la paciente en todo momento.

Por último, se establece seguimiento a los 40 días, para comprobar el resultado y, si es necesario, realizar ajustes sobre la areola-pezón. También se ofrecen citas anuales para retoques o mejoras.