Más de 160 pacientes atendidos en el Hospital Reina Sofía recibe antibioterapia domiciliaria
Desde que se ofrece esta prestación se han evitado 4.200 estancias hospitalarias, ya que pueden recibir tratamientos antibióticos por vía parenteral en casa sin necesidad de ingreso
El Hospital Universitario Reina Sofía ha evitado el ingreso de 163 pacientes gracias a la puesta en marcha del servicio de antibioterapia domiciliaria, una prestación que se puso en marcha en 2017. Concretamente, el programa va dirigido a pacientes que necesitan recibir tratamiento antibiótico por vía parenteral, lo que solía conllevar antes de implantación una estancia media de 20 días de hospitalización. Gracias a este servicio, que funciona desde hace 3 años, los pacientes estables clínicamente pueden recibir su terapia en casa, lo que supone un 20% de las personas con infecciones que requieren tratamiento intravenoso prolongado.
La antibioterapia domiciliaria es un servicio puesto en marcha por la Unidad de Enfermedades Infecciosas que ha permitido evitar hasta ahora unas 4.200 estancias hospitalarias, un dato muy positivo especialmente para los pacientes, cuya calidad de vida mejora y esto repercute en sus posibilidades de recuperación, fundamentalmente en pacientes en edad pediátrica o en personas mayores.
Antibioterapia
Recibir en casa estos tratamientos es posible gracias, entre otras mejoras, al desarrollo de nuevos fármacos y a los avances tecnológicos que se han ido produciendo durante los últimos años, que ha permitido contar con tratamientos más efectivos, seguros y accesibles. En esta línea, el Hospital Reina Sofía adquirió el equipamiento específico necesario para poder desarrollar el programa: bombas de perfusión, material de canalización de accesos vasculares o los fármacos unidosis indicados, además de la formación específica del personal y la elaboración de protocolos de derivación, inclusión o evaluación, entre otros.
Para que una persona pueda beneficiarse de este servicio tiene que recibir la evaluación y derivación del especialista de Enfermedades Infecciosas, así como del personal de Enfermería especializado en este tratamiento. Una vez incluido, el paciente recibe su primera dosis en el hospital (se le implanta un catéter), a fin de garantizar que no se producen complicaciones.
Tras esto, a las 24 horas, el paciente continúa el tratamiento en domicilio contando con un equipo clínico a su disposición (infectólogo y las enfermeras hospitalarias), que diariamente se desplaza al domicilio para su seguimiento. Asimismo, si el paciente tiene alguna duda respecto a su tratamiento o el acceso venoso puede llamar a un teléfono específico en el que es atendido por el personal de Enfermería de la Unidad de Enfermedades Infecciosas.