La Guardia Civil tuvo conocimiento a través de una llamada recibida en la Central Operativa de Servicios de la Comandancia (en adelante COS), que al parecer había saltado la alarma de una vivienda de la pedanía de Cañada Rabadán (Fuente Palmera).
Inmediatamente, el COS pasó el aviso a la patrulla de servicio del Puesto de Fuente Palmera que se desplazaron al lugar indicado. Una vez solventado el incidente y cuando se disponían a continuar con su servicio, recibieron un requerimiento de auxilio de las dos personas que habían identificado con motivo del incidente, para que avisaran a una ambulancia, ya que el bebé que llevaban en sus brazos, presentaba signos de asfixia y no reaccionaba.
Ante ello, solicitaron urgentemente una ambulancia, pero debido a que el bebé continuaba inconsciente y no respondía a ningún estímulo, decidieron trasladarlo inmediatamente en el vehículo policial junto a sus familiares, al centro de salud de Fuente Palmera.
Durante el trayecto y tras comprobar nuevamente que el bebe seguía sin reaccionar, uno de los componentes de la patrulla decidió realizarle varias maniobras de reanimación a la vez que le abrió la boca y le introdujo un dedo en la misma para comprobar que la lengua no se le había desplazado hacía atrás y le estuviese produciendo la asfixia, logrando con ello que el menor respondiese a los estímulos, abriera los ojos y recuperase la consciencia, siendo trasladado al Centro Médico de Fuente Palmera desde donde fue derivado al Hospital Reina Sofía de esta capital.