Torreparedones da la bienvenida al invierno con el 'Milagro de la Luz'
La luz del Sol iluminará el betilo sagrado, imagen de la divinidad venerada en el santuario iberorromano de Torreparedones
Hoy, 21 de diciembre, tendrá lugar el solsticio de invierno y de nuevo la luz del Sol iluminará el betilo sagrado, imagen de la divinidad venerada en el santuario iberorromano de Torreparedones (Dea Caelestis-Juno Lucina).
Este suceso ocurrirá cuando el astro rey se coloque en lo más alto de la bóveda celeste y lo hará incidiendo en la parte más alta del capitel que corona la columna sacra, cuando la Tierra está más alejada del Sol y coincidiendo con el día más corto del año.
Asimismo, el orto solar se produce tras la silueta del pico Ahíllo una de las cotas más elevadas del horizonte oriental (1.452 m.). Este fenómeno podrá observarse también durante varios días más. El rayo irá recorriendo el betilo hasta alcanzar la parte inferior en el solsticio de verano (21 de junio).
El lugar conocido como Torreparedones o Torre de las Vírgenes está ubicado en plena campiña cordobesa, entre los ríos Guadalquivir al norte y el Guadajoz al sur, aunque más próximo a este último y justo en el límite septentrional de los términos municipales de Castro del Río y Baena. Al sitio se puede acceder por la A-3125 de Baena a Cañete de las Torres, en cuyo km. 17 parte un camino, una antigua vía pecuaria denominada "camino de Castro del Río a Porcuna" desde la que parte, a su vez, otro camino en dirección norte que conduce directamente al yacimiento.
La situación topográfica de Torreparedones, sobre una de las cotas más elevadas de la zona, es ciertamente estratégica, pues sus 579.60 m.s.n.m. de cota lo convierten en el “techo de la Campiña ”, motivo por el cual estuvo ocupado por el hombre desde los tiempos más remotos. Así, al menos durante 3.500 años (desde la Edad del Cobre hasta la Baja Edad Media), diversos pueblos y culturas dejaron su huella a través de los más variados restos materiales: cerámica, vidrio, piedra, metal, etc. En las épocas ibérica y romana Torreparedones alcanzó su máximo esplendor; ya desde el siglo VI a.C. se rodeó de una potente muralla, reforzada con torres, que rodea un espacio de 10,5 Ha.