Desde el 2011 se viene trabajando en la preservación, cuidado y digitalización de los documentos

El Archivo Municipal de Luque, un tesoro desconocido con más de cuatro siglos de historia

Este lugar  atesora 6.000 cajas de expedientes repletas de documentos fundamentales para entender lo que es hoy en día Luque y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo

Para conocernos a nosotros mismos como sociedad, es bueno echar la vista atrás y mirar al pasado, saber de donde venimos, conocer nuestra historia, nuestro entorno, los logros conseguidos y también los errores cometidos. 

El Archivo Municipal de Luque es precisamente uno de esos lugares que nos permite hacer un viaje en el tiempo y retrotraernos cuatro siglos atrás. Desconocido incluso para muchos luqueños, este lugar atesora 6.000 cajas de expedientes repletas de documentos, repartidas en una treintena de módulos de estanterías, que han resistido a lo largo de los siglos a la humedad, las plagas y al mal uso en la manipulación de los mismos a lo largo del tiempo. 

A tenor de la conciencia tomada en los últimos años de la importancia que tiene el patrimonio documental, desde el 2011 se viene trabajando en la conservación, preservación, cuidado y digitalización de toda la documentación existente en el Archivo Municipal de Luque. 

Isabel de la Rosa es la persona que lleva siete años trabajando en este archivo ubicado en la tercera planta del Teatro Cine Carrera, cuidando y mimando cada uno de estos miles de documentos que son testigos fieles de la historia de la localidad. 

El Archivo Municipal de Luque guarda verdaderos tesoros. Desde el documento más antiguo que data del año 1602 sobre los pósitos del municipio, pasando por Actas Capitulares, Registro Civil, Cámara Agraría, etcétera. “Actualmente, gracias a la magia de la informática, la tecnología y la digitalización, guardamos en soportes informáticos que nos caben en la palma de la mano toda la documentación que ha necesitado cuatro siglos de historia para elaborarse”, explica De la Rosa. 

Para facilitar la preservación, la búsqueda y el acceso a la documentación por parte tanto de la administración municipal como de todos los ciudadanos e investigadores que lo deseen, se viene trabajando en un proyecto subvencionado por la Diputación de Córdoba a través del cuál se han digitalizado en los últimos meses 172 libros de Actas Capitulares desde el año 1600 hasta el 1940.

“Poco a poco, y por la vocación que me despierta este trabajo, voy recopilando digitalmente datos, imágenes, curiosidades y expedientes solicitados a otros archivos. En estos años son muchas las personas que se han acercado preguntando información o interesadas en visitarnos para conocer este patrimonio documental”, apunta Isabel.

Más allá de la digitalización de los documentos y su conservación y cuidado para el futuro, la responsable del archivo luqueño asegura que “el verdadero encanto de esta profesión está en esos momentos en los que ayudas a alguien a descubrir un dato revelador para su investigación o para su propia historia familiar y personal”.

A lo largo de estos años de trabajo, se ha trasladado a estas nuevas instalaciones todo el Archivo Histórico Municipal y el de la desaparecida Cámara Agraria. Además, se ha recuperado el arca de las tres llaves, una verdadera reliquia que muy pocos pueblos y ciudades conservan, y que ocupa un lugar cuidado e importante en la antesala del archivo luqueño. 

También se ha aprobado el reglamento que regula el uso y acceso del archivo, llevándose un registro de  todos los expedientes de solicitudes de investigadores y préstamos a trabajadores del ayuntamiento. De este modo, se lleva un control de la documentación inventariada evitando las pérdidas, robos y descontrol que se ha podido producir en los años anteriores de libre acceso.

Para que este trabajo y patrimonio documental se conserve y valore, lo más importante es la difusión, siempre acogiéndose a la protección de datos, el reglamento y la legislación de los archivos.

Isabel de la Rosa resalta la riqueza del Archivo Municipal de Luque: “La potencialidad que tiene el archivo es enorme, no sólo para realizar publicaciones históricas e investigaciones personales, sino también para actividades de tipo didáctico y cultural en las que nuestros niños y jóvenes puedan aprender a valorar su pueblo y  su historia, y a despertar en ellos la curiosidad y la humildad que son los dos valores principales que en mi ha despertado este trabajo”. 

Y es que si por alquien tiene sentido el trabajo que se realiza hoy en día en los archivos municipales, esas son las generaciones futuras. Brindarles la oportunidad a quienes vivan dentro de 200, 500 o 1.000 años de conocer sus raíces, de cómo se vivía antes o de cómo nuestros territorios han llegado a ser lo que son hoy y el por qué de todo ello.  

“Sólo somos un eslabón más de esta cadena que es la historia, de nosotros depende los vestigios que dejemos a nuestras futuras generaciones para que puedan estudiar nuestros hechos. Es importante que nuestros hijos vuelen todo lo alto y lo lejos que quieran llegar, pero sin olvidar nunca sus raíces”, señala esta archivera luqueña. 

Sin conocimiento del pasado estamos abocados a repetir nuestros errores y a perder nuestra identidad. Está en la mano de todos nosotros aprovechar, disfrutar, estudiar, investigar o difundir la riqueza documental (y a día de hoy desconocida) que atesoran archivos históricos como el de Luque