La Banda Municipal de Rute reinventa sus conciertos estivales
Con sólo unas semanas de ensayos han retomado esta cita que se limitará al Paseo del Fresno y Francisco Salto, por ser dos de los sitios más espaciosos de Rute.
La Banda Municipal vive su particular nueva normalidad. Sus miembros han sabido adaptarse a ella para que el pueblo de Rute siga disfrutando de su música. Los veranos culturales de la villa tienen el sonido de sus melodías y, pese a las circunstancias, este año no va a ser una excepción. Tan sólo unas semanas después de reanudar los ensayos, han vuelto a brindar su ciclo de conciertos estivales. En principio, no sólo van a ser actuaciones al aire libre. Además, se limitarán a dos paseos, el del Fresno y Francisco Salto, por ser de las zonas más espaciosas de Rute, donde se puede garantizar la distancia de seguridad.
Ni siquiera van a tocar en las respectivas ubicaciones habituales, el Kiosco de la Música y la escalinata, según el director, Carlos Aguilera, para asegurar esa distancia. En el Fresno se situaron al lado, manteniendo la separación de dos metros entre músicos. Abajo la idea es cortar la calle Juan Carlos I en el tramo comprendido entre los cruces con las calles Del Mercado y Duquesa. Ahí, a la altura del Paseo Francisco Salto, se ubicarían los músicos, mientras que el público escucharía desde el propio paseo.
Puesto que todo es muy novedoso, para el debut de la temporada se ha apostado por el Fresno, “como una primera toma de contacto”, por ser más amplio. Como matizaba el director, aunque los ensayos también son al aire libre, la cercanía de las paredes del edificio de la Escuela Taller y el colegio Fuente del Moral permiten “arropar” a la banda y que el sonido rebote. Esta situación no se da en las dos sedes de los conciertos.
En cuanto al repertorio, para este primer concierto se ha apostado por el pasodoble. Según el director, no sólo es un género muy del gusto del público sino que además ofrece diferentes estilos, desde pasodobles “pensados para un auditorio” a los pasodobles “toreros”. El repertorio incluyó un total de nueve piezas, de las cuales tres, las de Pascual Marquina, Óscar Navarro y Ricardo Dorado, han sido interpretadas por primera vez por la banda.