Rute extiende sus miras turísticas al otro lado del Atlántico

El turismo local continúa ampliando horizontes en busca de nuevos clientes a quienes atraiga la oferta del municipio. En ese contexto, hasta Rute se ha acercado un grupo de turoperadores procedentes de México. Han llegado de la mano de Turismo Andaluz y la Diputación de Córdoba. La concejala del ramo, María Dolores Peláez, matiza que cualquier propuesta con algún país pasa por “un intercambio”, dados los lazos de nuestro país con el otro lado del Atlántico. En este caso, se presenta la ocasión de “abrir las puertas” de ese mercado iberoamericano. Por eso, intuye que esta visita a Rute puede representar “una nueva etapa”.

A nivel nacional, José Zapata, director de Ventas de Aeroméxico, el español es “uno de los mercados más importantes”. No en vano, la línea aérea mexicana más importante ha abierto hace poco dos vuelos directos más entre ambos países. Se suman a otros como los dos que ya había entre las capitales, México D.F. y Madrid. Ahora han traído a España a diez de las agencias más importantes. Dentro de su recorrido por Andalucía, se han interesado por la oferta turística de Rute.

La relación entre ambos países va más allá de lo bidireccional. Según detalla Fernando Villalba, consejero de Turismo de la Embajada de España en México, detrás o al lado hay instituciones como Turismo Andaluz o la propia compañía aérea. Además, él mismo es representante de Turespaña, el organismo nacional de Turismo responsable del marketing del destino España en el mundo. En su opinión, hay una vinculación “afectiva, familiar, cultural y de idioma” entre México y España que hace que quienes vienen “se sientan como en casa”. Tampoco se puede olvidar que nuestro país es “la puerta de entrada a Europa”. El resultado es que existe interés por venir por parte de un turista “de alto poder adquisitivo, el doble de la media”.

Ahondando en esa idea, Antonio Martí, jefe de Servicio de Segmentos en el área de promoción de Turismo Andaluz, pone la lupa en el cambio que ha supuesto la pandemia. Al cabo de dos años, el cliente no aspira a “coleccionar destinos”, sino que busca un turismo “emocional, de sentirse diferente y conocer experiencias”. Por eso, concluye que ya no basta con traer a gente que quiere ver monumentos, sino que quieren sentirse especiales y guardar momentos para recordar siempre. Cree que Andalucía puede dar respuesta a esa demanda y el sector vive un momento “soñado”.