La Junta trabaja en la creación de un Banco de Aceites de Oliva Virgen Extra a partir de nuevas variedades de olivar
Se está trabajando en la caracterización de nuevas variedades de olivar tanto locales como foráneas con el fin de constituir un Banco Mundial de Aceites de Oliva Virgen Extra
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), está trabajando en la caracterización de nuevas variedades de olivar tanto locales como foráneas con el fin de constituir un Banco Mundial de Aceites de Oliva Virgen Extra en el centro Ifapa Alameda del Obispo de Córdoba. Así lo ha confirmado hoy el consejero, Rodrigo Sánchez Haro, que ha participado en la IV Jornada de Cata de Aceites de la Colección Mundial de Variedades de Olivo en Córdoba.
Sánchez Haro ha destacado que existe una gran diversidad de variedades para la producción de aceite de oliva virgen extra más allá de la Arbequina, Picual y Hojiblanca, que son las más cultivadas y conocidas actualmente en Andalucía y las que predominan en el panorama oleícola. En este sentido, ha añadido, la Colección Mundial de Variedades de Olivo del Ifapa representa un punto de encuentro “entre historia, presente y futuro del olivar”, conservando alrededor de 900 variedades de 26 países diferentes, muchas de ellas milenarias.
El consejero ha señalado que esta colección es un tesoro que recoge un importante legado de variedades no sólo para preservarlas, sino también para conocerlas mejor y utilizarlas para la obtención de nuevas variedades. Esta amplia colección de material es una muestra del patrimonio genético conseguido tras más de 6.000 años de cuidadosa selección. “Durante generaciones, los agricultores han ido seleccionando las variedades mejor adaptadas a su territorio, o bien aquellas más productivas o las que daban lugar a aceitunas con mejor sabor”, ha añadido.
Estos trabajos de caracterización, conservación e identificación de diferentes variedades registradas en la actualidad permiten conocer el potencial para la elaboración de aceites singulares, diferenciados y demandados por determinados perfiles de consumidores que buscan nuevos sabores y nuevos productos. Son posibles gracias a la información que genera la Colección Mundial de Variedades de Olivo, que ha centrado esta jornada y que permite la selección de variedades a incluir en los distintos ensayos comparativos que se establecen tanto en España como en Andalucía.
Además, las variedades tradicionales de esta colección mundial podrían ser una fuente de diversidad muy útil ante nuevos e imprevistos cambios climáticos en un futuro no muy lejano, nuevas plagas o enfermedades (como la Xylella fastidiosa) y para la obtención de nuevas variedades de olivo adaptadas a las nuevas técnicas del cultivo. Gracias a esta colección mundial que alberga el instituto, de gran valía para el sector, se provee de material vegetal a multitud de proyectos de investigación y transferencia tanto del Ifapa como de diferentes entidades como universidades y empresas.
Durante el encuentro, se ha celebrado una degustación de aceites monovarietales del banco de esta campaña 2016/2017, conformado por aceites de un total de 35 variedades procedentes de 16 países, con el objetivo de que los asistentes comprueben la la gran diversidad en aromas, sabores y cualidades organolépticas que poseen. Por último, se ha realizado una cata dirigida de cuatro aceites de oliva virgen extra: uno procedente de Argelia (variedad Chemlal de Kabilye), de Grecia (Amygdalolia Nana), de Túnez (Zamalti) y uno elaborado con la variedad española Arbosana.
Referencia mundial
La Colección Mundial de Variedades de Olivo, también conocido como Banco Mundial de Germoplasma del Olivo, es una colección donde se conservan unas 900 variedades de olivo de 26 países, cada una de ellas con unas determinadas características, entre las que se encuentra una gran gama de perfiles organolépticos que pueden brindar nuevas posibilidades para elaborar nuevos aceites de oliva virgen extra (AOVE) de calidad. Esta colección fue iniciada en 1970 con un proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricutura (FAO) en colaboración con el Gobierno español y su objetivo ha sido salvaguardar, evaluar, documentar y facilitar la utilización de todas las variedades cultivadas de olivo a nivel mundial.