La carretera N-432 que una Badajoz y Granada, y que atraviesa la provincia de Córdoba de norte a sur, lleva años siendo una de las vías con más accidentalidad de nuestro país. En municipios como Baena o Castro del Río hay constituidas diferentes plataformas vecinales las cuáles, a través de actos y movilizaciones, buscan dar visibilidad al mal estado de esta vía y reclaman su conversión definitiva a autovía.
El informe de Evaluación de la Red de Carreteras del Estado correspondiente al año 2020 y publicado recientemente por RACE y EuroRAP refleja en datos la peligrosidad de esta carretera N-432. En concreto, el punto más peligroso y que más accidentes presentó durante el pasado año se encuentra entre Luque y Baena, concretamente entre los puntos kilométricos 332 y 352.
En este que pasa por territorio de la Subbética cordobesa se registraron el pasado año un total de seis accidentes graves que se saldaron con una persona fallecida y dos heridos de gravedad. Este informe eleva a un 69,9 sobre 100 el índice de riesgo de este tramo de la carretera N-432.
Dentro del territorio andaluz sólo hay dos carreteras que presentan una mayor siniestralidad que la N-432 en el tramo entre Luque y Baena. Se tratan de la N-340 en Málaga y la N-433 en Huelva, cuyos índices de riesgo en 2020 fueron de 93,6 y 93,4 respectivamente.
En lo que al territorio nacional se refiere, la N-432 ocupa la vigésimo primera posición en este triste ránking de carreteras del país donde más accidentes graves y fallecidos que produjeron a lo largo del 2020, un año que además estuvo marcado por un menor desplazamiento de vehículos debido a los meses del confinamiento domiciliario y a las restricciones de movilidad impuestas por la crisis del Covid-19.