Dos zuhereños, reconocidos con la distinción ‘Tesoros Humanos Vivos’
Aurora García y Antonio Lastres han sido reconocidos por el Real Jardín Botánico de Córdoba por su aportación como conservadores y transmisores de un conocimiento o técnica artesanal singular
El IMGEMA Real Jardín Botánico de Córdoba ha entregado las distinciones “Tesoros Humanos Vivos”, un reconocimiento y agradecimiento a 16 personas de Córdoba y provincia por su aportación durante los últimos años como conservadores y transmisores de un conocimiento o técnica artesanal singular relacionada con la cultura de las plantas.
Entre estos galardonados se encontraban dos vecinos de la localidad de Zuheros, Aurora García y Antonio Lastres.
La presidenta del IMGEMA Real Jardín Botánico de Córdoba, Amparo Pernichi, ha apuntado que la entrega de las credenciales “supone un reconocimiento a nuestros tesoros humanos vivos y a las personas que han confiado en el Real Jardín Botánico de Córdoba para que seamos los garantes de su patrimonio y conocimiento”.
El acto se enmarca en las actividades de celebración del XXV aniversario del Museo de Etnobotánica, un espacio expositivo que está dedicado a rescatar los valores y usos que forman parte de nuestro patrimonio cultural, muy frecuentemente relacionado con el mundo rural el cual, con la imposición del modelo urbano, se ha ido perdiendo. Las plantas pueden ser usadas en el ámbito culinario, pero también en usos relacionados con la artesanía rural, utensilios domésticos de cocina y transporte de agua.
El Museo se inauguró el 23 de septiembre de 1992 como un proyecto de la ciudad de Córdoba dentro de las actividades relacionadas con la celebración del V centenario del descubrimiento de América. Los materiales fundacionales son de origen diverso, en su mayoría del continente americano, que se incorporaron al museo a través de exposiciones realizadas entre 1987 y 1991.
En 2009 se remodeló su museografía y contenidos, modificándose el plan museológico y discurso expositivo. La colección se amplió con procedimientos normalizados basados en criterios científicos asesorados por la Universidad de Córdoba, a partir de investigación etnobotánica de campo. Desde entonces, es un museo totalmente diferente y nuevo. El eje central del museo, es la etnobotánica iberomacaronésica, el rescate del patrimonio etnobotánico y de los conocimientos relacionados con actividades rurales no vigentes.
En 2017 se celebran 25 años con diversas actividades para dar a conocer a los cordobeses y cordobeses la importancia y la vigencia de estos conocimientos tradicionales.
El ciclo de conferencias ha finalizado con la ofrecida por Rufina Moreno Cañizares, de las Escuelas asociadas de la UNESCO de España, que lleva por título “Tesoros Humanos Vivos. Etnobotánica, la cultura de los pueblos” ha sido un recorrido por las diferentes disciplinas, materias y profesionales relacionados con la etnobotánica y la misión del museo (Botánica, Etnobotánica, Farmacología, Antropología, Historia, Gastronomía, Agronomía, Museología y Patrimonio inmaterial).