Opinión

Expresemos al menos el desacuerdo: No a esta estatua en el Paseo de Colombia

"Tal vez sería mejor destinar los 1,500 euros del concurso a algo más urgente en un pueblo que roza el 20% de desempleo"

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A diferencia de lo que el discurso político hegemónico defiende, la clave de la política es el desacuerdo. El consenso o el acuerdo esconden una forma de verdad imperial o forzosa que se ha impuesto en nuestras sociedades y que es alimentada superficialmente por la aparente diversidad del todo vale. Claro que el deseo de toda comunidad humana es alcanzar un acuerdo, pero dicho gesto político implica siempre neutralizar el desacuerdo, gestionar la disidencia legal o ilegalmente para ocultarla y fortalecer así el statu quo.

Acogiéndome al valor in-calculable del desacuerdo como verdadero motor de la democracia desde Grecia—recientemente recuperado por el pensador Jacques Rancière aquí—quiero expresar mi profunda indignación y desacuerdo con “El concurso de ideas para crear un monumento” en el renovado bulevar del Paseo de Colombia de Priego de Córdoba. 

Mi desacuerdo viene con el tema y la pertinencia de un concurso de este tipo en julio-agosto de 2020. El objetivo del concurso es: “recordar a personajes (muy relacionados con Priego) que participaron en la exploración y colonización de América: Alonso de Carmona, explorador de la Florida (1526-1591), José Antonio Manso de Velasco, Virrey del Perú (1688-1767) y Antonio Caballero y Góngora, Virrey de Nueva Granada (1723-1796).” Más abajo se sugiere que de los tres ilustres prieguenses, la figura debería ser alusiva al “explorador de la Florida” (sic) Alonso de Carmona, quien por cierto ya tiene una calle a su nombre en Priego La caracterización del monumento ganador debería ser, “libre, aunque se sugiere que esté en consonancia con la actividad que realizó (explorador de territorios desconocidos) y con la época”. La nota de prensa del anuncio del concurso invita al recuerdo de las hazañas los tres personajes, a “la alegoría de la presencia de Priego en América.”  

Los que pensamos que toda cultural es colonial, es decir, que toda organización humana somete su entorno natural y se inmuniza frente al otro (sea con flechas y catapultas o por control vía satélite), no podemos más que asombrarnos por la temática de este concurso, que en ningún momento habla de colonización y parece obviar que “los exploradores de territorios desconocidos” (sic) en las Américas (luego en Asia y África) desde finales del siglo XV, iniciaron el imperialismo; el expolio o robo a los pueblos primitivos que como Marx señala en el capítulo 26 del primer volumen de El Capital dio lugar y posibilitó la acumulación de riqueza que daría lugar, a su vez, al surgimiento de los bancos en Suiza, Génova, o Londres, poniendo en marcha el mercado y el Capitalismo como forma de vida completamente planetaria hoy. Todo ello, por supuesto, se exploró en nombre de la dignidad humana, la civilización blanca y la misión redentora cristiana.

Con diferencia de grado, las repúblicas americanas, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, desde Canadá hasta Argentina, han basado su cultura en el expolio primitivo inicialmente europeo y el genocidio de decenas de formas de vida (humanas y no humanas) que poblaran los territorios antes de la llegada de los europeos. Fue esa devastación de tan inmenso continente el que puso en marcha la globalización que hoy vivimos en su estado neoliberal, pandémico y acuciantemente insostenible para los ecosistemas e insostenible además por la obscena desigualdad que reproduce día a día en cada rincón del planeta, de Priego a Alaska o Etiopía. 

Por todo ello, quiero expresar aquí mi profundo desacuerdo con un concurso que persigue “alegorizar,” esto es, exaltar y reproducir un discurso supremacista ¡en 2020!, precisamente ahora que por fin la democracia española avanza en su relación con la educación en libertad, esto es, precisamente ahora que estatuas, plazas y calles franquistas empiezan a dejar de celebrarse y que algunos empiezan o empezamos a tener una visión crítica sobre el pasado imperialista o su versión más reciente fascista y neofacista.

Quien quiera recordar la dorada época de los exploradores, o mejor aún aprender críticamente qué ocurrió entonces, tal vez podría empezar por leer en profundidad tales eventos, en lugar de proponer “recordarlos” con el fin de alegorizarlos o celebrarlos en el 2020, justo cuando una pandemia global deja en evidencia la absoluta vanidad de la historia humana. Los defensores de la temática del concurso, necesitados de una identidad que sacie su vacío, dirán que la historia no se debe cambiar ni olvidar, que “eran otros tiempos,” o que “la corrección política llega a límites insospechados” (banalizando así el mal, una vez más). Los que seguimos pensando que la democracia tiene que tender a su incondicionalidad, esto es, a un grado cada vez menor de colonialismo (de sometimiento de la naturaleza y del otro), no podremos dejar de indignarnos mientras tanto. 

 En lugar de reproducir con una aparente gesto menor, con una “simple estatua,” la identidad hegemónica, tal vez sería mejor destinar los 1,500€ del concurso a algo más urgente en un pueblo que roza el 20% de desempleo. O, sin necesidad de caer en la falacia de asociación y relacionar un concurso de estatuas a otros problemas del pueblo, tal vez el dinero y la propuesta para resignificar un espacio público (para expresar a un pueblo) podría utilizarse para celebrar a todas aquellas mujeres que durante siglos han sufrido y sufren la cultura patriarcal de Priego—como lo es, de nuevo con diferentes grados, la de la humanidad al completo—; o a los exiliados que se marcharon porque en Priego no tuvieron las mínimas oportunidades para llevar una vida digna. 

Ojalá el concejal delegado de cultura de Priego de Córdoba, Sr. Miguel Forcada, y la delegada territorial de cultura de la Junta de Andalucía, Sra. Cristina Casanueva, reconsideren la propuesta del concurso. Están a tiempo pues el plazo para presentar propuestas acaba el 30 de agosto. Desde el desacuerdo en este asunto concreto, deseo al Sr. concejal y a la Sra. delegada la mejor de las fortunas en su función pública, y animo a la vez a los ciudadanos que estén en desacuerdo con este concurso a que se sumen a esta petición

 

Pedro A. Aguilera Mellado

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