Se ha limpiado el muro Norte para su documentación y dibujo por fotogrametría (viendo las partes más afectadas y las más conservadas). La edilicia es similar a los muros de aterrazamiento del Cerro de la Cruz, con sillarejos bien colocados trabados con barro y calzos de lajas y piedras más pequeñas. El muro asienta sobre el mismo terreno natural de margo-calizas que tiende a crear de manera natural lajas.
Según ha señalado Nacho Muñiz, en el recinto se puede comprobar cómo el muro Sur se apoya en la roca natural que antecede al tajo y cómo el interior del Recinto está compartimentado con otros muros formando seguramente estancias.
En estos últimos días, han empezado a salir piezas completas o semi-completas (ollitas, ánforas...) aunque aún no se sabe con seguridad si estamos en una UE de derrumbe o ya de suelo.