Si cada ciudad tiene un monumento emblemático que la diferencia, Almedinilla tiene su Torre del Reloj. Fue la torre-reloj que presidía la antigua Plaza de Abastos, donde se encuentra actualmente el Ayuntamiento. Se compone de una torre de ladrillo coronada por tejas verdes. Lo simbólico de esta torre es que se puede ver desde cualquier punto de la localidad pues sobresale por encima de todos los tejados y azoteas del pueblo.
Se construyó a principios del siglo XX en estilo neomudéjar, estilo historicista reivindicado como estilo nacional propio por estar basado en una expresión artística singularmente hispánica.
Intenta rememorar el estilo propiamente mudéjar, que fue la expresión artística de artesanos y alarifes hispano-musulmanes de la Edad Media dentro de los territorios hispano-musulmanes pero sobre todo en los hispano-cristianos, entre los siglos XII y XVII, mezclando elementos románicos, góticos y renacentistas, con el arte andalusí hispano-musulmán.
Se caracteriza por el uso del ladrillo, el yeso, la cerámica o la madera, con profusión decorativa: ajedrezados, espinas de pez, esquinillas, arcos ciegos, redes de rombo y cruces cristianas.