Sin el premio de la final, había que acabar de la mejor manera posible. Así que la Selección Española de Fútbol Sala encaró el partido del tercer y cuarto puesto con motivación, orgullo y ambición. Ganas de ganar. Primera jugada y Raúl Gómez a punto está de abrir el marcador. Un par de acciones más tarde, el albaceteño volvía a crear peligro. España estaba volcada y llevando el control, con rápidas acciones de ataque y presionando la salida de balón. Los de Europa del Este tenían su estrategia bien definida: juego directo a la zona de pívot y rápidos contragolpes.
De algunas de esas aproximaciones al área española llegaron las mejores ocasiones para los ucranianos. Sin embargo, cuando tuvo que aparecer Jesús Herrero, lo hizo con solvencia, determinación y acierto. El mismo que tuvo Mellado en una excelente volea botada por Ortiz en el ecuador del primer período. La pierna izquierda del internacional murciano proyectó un latigazo, ante el que nada pudo hacer Tsypun. Ese tanto en contra le sirvió a los de Oleksandr Kosenko para jugar de cinco en cada acción de ataque.
España defendía bien esas acometidas con cinco rivales en su pista. Pero el empate llegó por un robo en primera línea que aprovechó Cherniavskyi. No obstante, en la siguiente posesión, Solano volvía a adelantar a los españoles. Chino metió un balón en banda y el pívot cordobés empaló según alcanzó el balón. Disparo potente, cruzado y a media altura que se convertía en el 2-1.
La estrategia ucraniana no cambió lo más mínimo. Insistían en el cinco para cuatro, ataque tras ataque. Los de Fede Vidal avisaron desde lejos a puerta vacía. Adolfo marcó el cuarto sin oposición tras un robo en medio campo. Y segundo antes, Boyis, de duro disparo, firmada el 3-1. Desde el palco de autoridades y junto a Aleksander Ceferin, Luis Rubiales aplaudía y celebraba las buenas acciones de España. El presidente de la RFEF y el de UEFA estuvieron al lado el uno del otros, rodeados también de otras personalidades del mundo del fútbol y el fútbol sala.
Con este marcador final de 4-1. La Selección Española de Fútbol Sala pone punto final a la UEFA Futsal Euro22 con una medalla al cuello. Tercera posición para un equipo que despide al que ha sido su capitán durante sus últimos años. Carlos Ortiz se despide del vestuario español después de 15 años defendiendo el escudo, los colores y la bandera del combinado nacional. Y lo hace con unos registrados difícilmente alcanzables para cualquier otro jugador de futuro. Tras 215 partidos, poco más que añadir. Ha sido un placer. Simplemente, ¡Gracias, capitán!