La dirección técnica del Real Cajasur Priego y el jugador Álvaro Robles han llegado a un acuerdo para que la próxima temporada sea componente del primer equipo, que defenderá los títulos de Liga y Copa conquistados en el último campeonato liguero.
Robles no es un fichaje cualquiera para el Cajasur Priego. El palista onubense, nacido en 1991, se presenta con la vitola de figurar en el trigésimo cuarto puesto del ranking de la ITTF y con un subcampeonato mundial en dobles dentro de un importante palmarés que también comprende un título en los Juegos del Mediterráneo. Además, actualmente vive su segunda participación olímpica en París tras competir en Tokio 2021.
Pero, más allá de la tarjeta de presentación, Robles regresa al lugar al que dio sus primeros pasos hacia la elite mundial de tenis de mesa. Tras iniciarse en la Hispanidad de su Huelva natal, se formó en el Centro de Tecnificación de Priego, llegando a debutar con el Cajasur. Después hizo una escala en el Sanse antes de estar 12 temporadas en la Bundesliga Alemana entre los equipos de Segunda TTC Grenzau, Ottenau y Grunwettersbach; y los de Primera ASV Grunwettersbach, Schwalbe Bergneustadt y TTF Ochsenhausen.
Pasada la etapa alemana, Robles va a alternar su presencia en el Cajasur con una estancia en Granada, donde tendrá su campamento base, y desde ahí participar en distintas competiciones de carácter internacional.
Con todo, al onubense le motiva porque “el regreso a Priego supone una vuelta a casa, nuevos proyectos y metas por cumplir”. De ahí que confiese que “me siento en el momento perfecto para aportar mi granito de arena al tenis de mesa en España”. Por ello, recalca que “cuando se es un jugador ambicioso, es más fácil cuando te rodeas del mejor club en España”.
La vuelta a Priego se produce como un jugador consagrado, algo que también queda acreditado con tres títulos nacionales individuales. Sin embargo, recuerda que “el chico que estuvo en el Centro de Tecnificación tiene hoy una familia y la clave de todo lo bueno que ha sucedido estos años tiene que ver con haber mantenido esa identidad con la llegó un día”.
Además, apunta que “he podido sumar una experiencia brutal en los años en Alemania, que hacen que sea el jugador que soy ahora mismo; estoy muy agradecido a las personas que me cuidaron”.