La Fiscalía ha solicitado multas de unos 4.860 euros a unos padres acusados de dos delitos de abandono de familia, tras supuestamente permitir que sus dos hijos no fueran a clases del colegio cuando tenían entre diez y 13 años de edad.
Según la calificación de Ministerio Público, los procesados junto con sus hijos, al menos desde 2014 a 2016, tenían el domicilio en la localidad de Priego de Córdoba.
Al respecto, los dos menores durante los cursos 2015-2016 y 2016-2017 hasta que se trasladaron de centro estaban matriculados en un colegio del citado municipio, si bien los padres, "a sabiendas de que sus hijos se encontraban en edad de escolarización obligatoria y siendo conscientes de que los mismos faltaban al centro", presuntamente presentaron una actitud de "pasividad y despreocupación e incumplieron el deber de llevar a sus hijos a clase".
Todo ello, pese a las gestiones realizadas por los organismos competentes, concretamente la dirección del centro escolar, el equipo de orientación educativa, los Servicios Sociales del Ayuntamiento e incluso habiendo sido "advertidos" por la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía.
De este modo, uno de los menores se ausentó del curso escolar más de 30 veces, mientras que la madre justificó otras 52 faltas presentando de su propia mano un escrito diciendo que "el menor estaba enfermo" o incluso comunicándolo "de forma verbal", si bien "nunca presentando documento médico alguno".
En cuanto al segundo menor, el fiscal relata que durante los dos citados cursos se ausentó "injustificadamente" más de 30 veces, al tiempo que la progenitora justificó otras doce sesiones aludiendo que "había estado enfermo, pero sin aportar parte médico alguno".