El Hospital Reina Sofía activa un plan para la vuelta gradual y ordenada a la normalidad
Se establecen acciones en cada unidad relativas a hospitalización, intervenciones, pruebas diagnósticas o consultas
El Hospital Universitario Reina Sofía ha diseñado el Plan de Normalización para realizar una vuelta gradual y ordenada a la actividad asistencial. Gracias al descenso en el número de pacientes atendidos e ingresados con Covid-19 o sospecha, el hospital comienza una fase de transición hacia la realidad asistencial previa al inicio de la pandemia.
Este plan se realiza de forma participada con todas las unidades asistenciales, conviviendo con las necesidades que vaya exigiendo la Covid-19 y acompasado con las directrices de la Consejería de Salud y Familias. Para ello, establece una serie de medidas organizativas, técnicas y asistenciales de carácter general y unas indicaciones específicas para las unidades que, cada una, ha adaptado a sus particularidades.
Asimismo, el Hospital Reina Sofía ha establecido las reservas que se van a mantener en hospitalización, observación, reanimación y UCI, así como de material de protección y equipos de diagnóstico y soporte, a fin de mantener operativos la mayor cantidad de unidades posibles para estar preparados ante un posible incremento de demanda de pacientes si se registrara un rebrote de la enfermedad.
El plan también contempla la estrategia de prevención y detección precoz que se va a realizar, con un papel relevante de los servicios de Medicina Preventiva y Microbiología, a fin de dar una respuesta ágil a los posibles nuevos casos y establecer las medidas de protección oportunas. En este sentido, se trabajará para acortar el tiempo en el diagnóstico y, también, desde que se diagnostica hasta que el paciente es aislado (en domicilio o en planta). Ejemplo de ello es la medida que el hospital ya ha puesto en marcha referente a la realización de pruebas a todos los pacientes (adultos y pediátricos) que tienen que operarse o realizarse una prueba invasiva.
En esta línea de medidas de prevención, el hospital va a seguir manteniendo algunas de las actuaciones adoptadas durante esta pandemia relativas al control de accesos y limitación de aforos (para minimizar la presencia física en el hospital, garantizando el menor riesgo de contagio) y medidas higiénicas el lavado de manos a la entrada. En este sentido, destaca también la recomendación del uso de mascarilla para profesionales, pacientes y acompañantes para acceder y transitar por el hospital.
Toda esta actividad está organizada de forma segura y para dar a conocer las medidas implantadas se pondrá en marcha una campaña de información específica sobre normas de circulación dentro de los centros, medidas de seguridad e higiene y las pautas que recoge el plan de acompañamiento a pacientes, a fin de asegurar la comunicación con sus familiares.
Actividad asistencial
De igual forma, el Hospital Reina Sofía ha establecido una serie de pautas para ordenar la vuelta gradual a la actividad asistencial no covid, manteniendo la respuesta a los nuevos casos positivos que vayan apareciendo.
En este punto, es importante recordar que el Hospital Reina Sofía ha seguido atendiendo durante la pandemia la actividad urgente tanto en consultas, pruebas diagnósticas, urgencias de adultos, pediátricas y ginecológicas, como en la actividad referente a la administración de tratamientos en los casos de pacientes oncológicos, en diálisis o en la realización de intervenciones quirúrgicas no demorables, entre las que también se han realizado trasplantes.
De hecho, en estas siete semanas, la mayoría de las primeras citas con el especialista se ha atendido de manera presencial y en torno al 90% de las revisiones de manera telemática. Asimismo, se han administrado 2.679 tratamientos de quimioterapia a más de un millar de pacientes oncológicos y otras 4.327 sesiones de radioterapia. Los profesionales han realizado 12 trasplantes de órganos y se han registrado 5 donantes, se han atendido 13.652 urgencias (11.105 de adultos, 1.172 pediátricas y 1.375 maternales), además de atender 389 nacimientos, entre otras actividades.
Además del plan general de vuelta a la normalidad, cada unidad asistencial cuenta con su propio plan de desescalada, que bebe de las pautas generales que establece el plan marco en el que se fija que toda planificación ha de tener en cuenta la disponibilidad suficiente ante previsibles necesidades de pacientes afectos por el coronavirus, el impulso de la telemedicina y la atención gradual de pacientes. En este sentido, todos los servicios han planificado su asistencia de forma ordenada y priorizando la gravedad de sus pacientes y el tiempo de demora, entre otras.
Consultas
Así, en el ámbito de consultas con el especialista, cada servicio ha priorizado la atención de sus pacientes, se fomenta la atención en acto único y todas las herramientas virtuales o telefónicas que permitan una atención de calidad al paciente (salas virtuales de interconsultas y coordinación con atención primaria, entre otras), así como la gestión del tiempo de visitas presenciales para evitar aglomeraciones y el control de medidas de acompañamiento. Igualmente, se han adaptado espacios en salas de espera para garantizar la distancia de seguridad mientras los pacientes esperan a ser atendidos.
En cuanto a la actividad presencial, se retomará de forma progresiva en cada servicio con prioridad para primeras consultas y revisiones en pacientes oncológicos o en los casos en los que el clínico considere importante la presencia del usuario. En estos casos, los pacientes que tengan que acudir a su cita recibirán llamadas de los profesionales del hospital a fin de garantizar que no presentan síntomas respiratorios que puedan indicar una posible infección por Sars CoV 2. Es también importante que los pacientes acudan a su consulta con su hoja de citación y mascarilla.
Quirófanos y Urgencias
En cuanto a la actividad quirúrgica, los servicios planifican su vuelta a la normalidad implantando una serie de medidas generales como la realización de un triaje respiratorio. Se retomará la actividad de forma gradual para comenzar a atender la patología demorable, además de la urgente y oncológica como se ha venido realizando hasta el momento. La previsión que se marca el hospital es comenzar con una ocupación del 75% de los quirófanos de mañana a partir del 18 de mayo.
Concretamente, se comenzarán a incluir cirugías no oncológicas (priorizando aquellas que necesiten UCI); se reanudarán intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y cirugía menor en los centros en los que la situación de pandemia lo vaya permitiendo. Además, en el área de trasplantes, se irá incrementando también la actividad acorde a las pautas que vaya marcando la Organización Nacional de Trasplantes.
Es importante destacar en este punto que, entre las medidas se establecen indicaciones de acompañamiento del paciente, limitando el número a una persona. Para facilitar la comunicación con el resto de familiares, el Hospital Reina Sofía ofrece información a través de la App de seguimiento del paciente en quirófano, que indica en todo momento el estado de la persona que tiene que ser intervenida: si está en quirófano, en recuperación.
Por otro lado, en el área de Urgencias se mantendrán las medidas establecidas durante la pandemia, como la diferenciación de circuitos de atención entre pacientes con patología respiratoria y el resto de atención urgente (polivalentes, traumatológicas y críticos).
Igualmente se mantienen en este área las medidas relacionadas con la presencia de acompañantes, estando sólo permitido uno por paciente. En esta línea, permanecen en uso asistencial las salas de espera de familiares que durante la pandemia fueron adaptadas para la creación de nuevas consultas.
Hospitalización y ambulatorio
La evolución de la hospitalización irá de la mano de la actividad quirúrgica y urgente, reservando en todo momento los módulos necesarios que garanticen la respuesta adecuada a los pacientes con Covid-19, y fomentando la hospitalización y antibioterapia domiciliaría en los casos en los que sea posible. Se establece además, un plan de acompañamiento a pacientes hospitalizados con limitación completa de visitas y acceso con tarjeta de acompañantes en determinados perfiles de pacientes.
Por otro lado, se mantendrá la actividad en tratamiento ambulatorio como se ha venido desarrollando hasta el momento en oncología y diálisis, y se incorporarán otros pacientes con prioridad de casos agudos o actividad de rehabilitación, así como la vuelta progresiva de pacientes a hospitales de día (alergia, diabetes, salud mental…).
Pruebas diagnósticas
En lo referente a pruebas diagnósticas, éstas irán desplegando su actividad presencial, reevaluando las solicitudes aplazadas y dando prioridad a procesos relevantes. En este sentido, a partir del día 11 de mayo se activan las pruebas diagnósticas de cribado y, el resto de pruebas se irán también activando gradualmente durante esta próxima semana. La previsión es completar agendas la semana del 18 de mayo, dando prioridad a los pacientes cuyas características puedan indicar una patología grave.
Otra de las medidas es la implantación de un triaje respiratorio a los pacientes y se fomentará, entre otras medidas, la realización de pruebas en acto único, es decir, que si un paciente tiene que realizarse varias pruebas para que su especialista establezca un diagnóstico, se intentará que se le realicen el mismo día para evitar desplazamientos.
Telemedicina
Muchas de las medidas que durante estas semanas se han implantado han venido para quedarse. La situación de pandemia ha hecho necesaria la activación de herramientas telemáticas que facilitaran el trabajo a distancia de forma segura para minimizar los riesgos de contagio.
Se trata de soluciones telemáticas tanto a nivel de coordinación con Atención Primaria como de asistencia directa con el paciente, ya que facilitan la atención con mayor comodidad, evitando desplazamientos, sin causar menoscabo en la salud de los pacientes y, en muchos casos, permitiendo agilizar la respuesta. En este contexto, destacan tres líneas de trabajo en las que la telemedicina ha sido y seguirá siendo clave para dar una respuesta sanitaria de calidad y con seguridad.
La primera de las áreas en las que el Hospital Reina Sofía ha apostado por fomentar el contacto digital ha sido en las interconsultas y relación entre profesionales, bien entre unidades asistenciales del hospital o entre profesionales del hospital y Atención Primaria. Se trata de un camino que el hospital inició con la teledermatología y que ahora se ha potenciado exponencialmente, permitiendo así un contacto ágil entre profesionales y protocolizado que revierte en una asistencia más rápida e integral a los pacientes.
Otra de las áreas en las que las nuevas tecnologías han permitido un avance ha sido en la formación. Gracias a herramientas como Circuit, los profesionales pueden mantener sesiones virtuales con seguridad, celebrar los subcomités de tumores entre diferentes especialidades para ofrecer un diagnóstico preciso y personalizado a los pacientes oncológicos o progresar en la formación de residentes.
Y, en tercer lugar, gracias a la herramienta Mercurio, el Hospital Reina Sofía ha dado un gran salto en la relación directa con sus pacientes, ya que esta herramienta permite el envío seguro de datos y documentos entre el especialista y el paciente. Así, gracias a esta herramienta, muchos pacientes han recibido sus resultados clínicos sin desplazarse y comentándolos telefónicamente con su especialista de referencia. O al revés, muchos pacientes han podido enviar, por ejemplo, sus resultados de niveles de glucosa a su endocrino para que éste pudiera realizarle un seguimiento.
Además de las herramientas tecnológicas, la relación directa con el paciente seguirá realizándose de forma telefónica de forma preferente en los casos en los que sea posible. Igualmente, se mantendrá el teletrabajo en todos aquellos perfiles profesionales cuyas funciones lo permitan y el establecimiento de turnos de trabajo en diferentes jornadas laborales para favorecer el distanciamiento.
Con todas estas medidas, el Hospital Reina Sofía quiere ir dando pasos seguros en la vuelta a la actividad asistencial convencional, con todas las cautelas y teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad y directrices de prevención que establecen las autoridades sanitarias, de forma que los pacientes puedan ser atendidos con la mayor calidad posible.