El Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad ha informado favorablemente la inclusión de 4 nuevas lagunas en el inventario de humedales de Andalucía. Se trata de las lagunas Gamonosa y Consuegra (Baena), Jarata (Montilla) y San Cristóbal (Cabra), que se suman a los 27 humedales cordobeses ya incluidos con anterioridad.
Se trata de lagunas de carácter temporal que mantienen de 2 a 5 meses una lámina de agua de distintas profundidades, según la cantidad de lluvias. Dos de ellas dependen exclusivamente del agua de escorrentía y de lluvia caída directamente sobre ellas y otras dos parecen tener cierta relación con acuíferos subterráneos. Su superficie oscila desde las 1,29 hectáreas de Consuegra a las 8,65 de Jarata, siendo de 1,97 en Gamonosa y de 2,29 en San Cristóbal.
Estas lagunas tienen interés geológico, geomorfológico y cultural. Algunas presentan poblaciones de Marsilea strigosa, un trébol, especie incluida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas como “vulnerable”. Otras presentan poblaciones de interés de gallipato y tritón pigmeo, así como variedad de aves acuáticas como ánades reales, zampullines, fochas, y cigüeñuelas.
Tres de las lagunas son de titularidad privada y una es pública, la Jarata, al tratarse de un descansadero de la vía pecuaria Malabrigo o Cansinos. En este último caso el Ayuntamiento de Montilla viene realizando diversas acciones de concienciación para que se recupere este humedal.
Todas estas lagunas se encuentran rodeadas de olivares y presentan problemas propios que genera este tipo de agricultura, la colmatación de los vasos lagunares y la contaminación difusa de abonos y fitosanitarios. En el caso de la laguna de San Cristóbal, el Plan General de Ordenación Urbana de Cabra plantea la construcción de un centro didáctico de interpretación de la naturaleza.
También se han presentado en el Consejo Provincial los nuevos retos a los que se enfrenta la lucha contra el uso del veneno en el medio natural. En este sentido, se ha presentado el Pacto Andaluz contra el Veneno y el borrador de la nueva Estrategia Andaluza contra el veneno. El primero pretende crear las redes sociales de cotos de caza, explotaciones ganaderas, municipios contra el veneno y veterinarios contra el veneno, como una forma de de potenciar la participación de la sociedad rural en la lucha contra el uso ilegal de venenos para que, desde el punto de vista social, se asuman responsabilidades en contra ellos.
A pesar de que se ha reducido un cincuenta por ciento la incidencia del veneno en Andalucía, La Estrategia Andaluza requiere una adaptación a los nuevos tiempos con nuevas líneas de acción en la obtención de información, la prevención, disuasión y comunicación y una mayor implicación para la persecución del delito, que se abordará con una amplia formación de todos los agentes de medio ambiente, el SEPRONA, de la Guardia Civil, y la formación de equipos de investigación contra el veneno y las artes ilegales más especializados.
También se ha creado en su seno un grupo de trabajo de Espacios Protegidos para preparar, conocer, y realizar propuestas con respecto a nuevos espacios y la gestión de los existentes que no tienen su órgano de participación.
Otro aspecto tratado en el Consejo de Medio Ambiente ha sido el Plan Estratégico del alcornocal y el corcho en Andalucía, con una especial referencia a la provincia de Córdoba, en el que se sientan las líneas básicas para mejorar la situación de las masas alcornocales para aumentar la producción de corcho y su transformación en Andalucía. Así mismo se han destacado las novedades que ha introducido el nuevo Reglamento de Caza.
Por último cabe destacar la presentación de los resultados del Plan Infoca en el año 2017, en el que se han producido 100 siniestros, de los que el setenta y nueve por ciento ha correspondido a conatos (incendios de menos de 1 hectárea). Se sigue observando una tendencia a la baja en la evolución del número de siniestros, que han supuesto este año el 10,96% de las actuaciones en Andalucía. En cuanto a superficie en total han ardido solo 101,27 hectáreas, de las que 23,26 corresponden a arbolado y 78,01 a matorral, lo que supone el 0,66% del total andaluz.
Estos datos también se consideran satisfactorios y están por debajo de la media del período 2000/2016. Se ha destacado el término municipal de Córdoba como uno de los municipios con mayor número de incendios de Andalucía. En cuanto al origen, destacan las negligencias (425) y los intencionados (20%), siendo los naturales solamente el 2%. Como resultado de la sequía, se ha incrementado el número de incendios en los meses de septiembre y octubre con respecto a la media de los registros históricos.