La Subbética cordobesa es patrimonio, historia, cultura, naturaleza y también gastronomía. Los municipios que conforman nuestra comarca tienen en su recetario algunas comidas, bebidas y postres típicos característicos de la zona que a día de hoy se siguen elaborando de manera tradicional.
El producto que hoy os presentamos no es exclusivo de nuestra comarca, pero sí que está muy extendida su elaboración artesanal y por ello hemos querido ponerlo de relieve. Se trata del pan de hijo, una especie de postre que tiene como ingrediente principal esta fruta de temporada.
Se elabora a base de higos secos, formando una pasta compacta y densa. Habitualmente se le añaden otros ingredientes como frutos secos o fruta escarchada. Se trata de una receta campesina, tal vez de origen árabe, que se caracteriza principalmente por cumplir dos funciones: por un lado permite la conservación duradera de los excedentes de higos que hayan podido producirse y por otro lado constituye un alimento energético muy útil a la hora de realizar las duras labores en el campo.
Actualmente podemos encontrar en cualquier supermercado pan de higo elaborado de manera industrial, aunque poco tiene que ver con el pan de hijo elaborado artesanalmente en cada casa.
Ingredientes
- 500 g. de higos secos
- 50 g. de nueces
- 100 g. de almendras tostadas
- 100 g. de harina
- 1/2 vaso de leche
- 1 clavo molido
- 1 cucharadita de ajonjolí
- 2 cucharadas de miel de abeja
- 1 copita de anís seco
- 50 g aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Reserva unas 8 almendras y 1 media nuez para la decoración final.
Se limpian, se les quita el rabito y se pican todos los higos secos. Se trocean finamente las nueces y las almendras tostadas y, en un bol, se mezcla todo con la harina, el clavo molido y el ajonjolí. Se añade la miel disuelta en la leche y la copita de anís seco.
Se unta un molde con aceite de oliva virgen extra y se añade la mezcla anterior. Tapar con papel de aluminio y hornear a 160ºC durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo dejar enfriar y desmoldar.
Se decora con las almendras y la nuez que habíamos reservado. Finalmente se protege con film transparente o papel celofán para que no se endurezca.