La Junta de Andalucía ya ha anunciado de que, si no se producen precipitaciones durante lo que resta de invierno y la primavera, se aplicarán restricciones de agua en nuestra comunidad debido a la sequía. Y es que no hay más que ver el estado del embalse más grande de Andalucía para ser conscientes de la delicada situación en la que nos encontramos.
El pantano de Iznájar se encuentra actualmente al 18,2% de su capacidad total con sólo 168 hectómetros cúbicos embalsados. Las lluvias registradas hace unas semanas han hecho que recupere algo de agua, aunque a todas luces es insuficiente.
La situación no es nada buena si se compara con años atrás. En concreto, a estas alturas de 2023 se encontraba incluso algo peor que actualmente, al 17,5% con sólo 161 hectómetros cúbicos de agua.
Eso sí, si se compara con la media de agua que ha albergado este pantano durante los últimos años, a principios de febrero, el problema salta a la vista. Y es que la media de la década se sitúa en el 51,4% con 473 hectómetros cúbicos de agua, casi tres veces más de lo que tiene actualmente.
Bajar de la barrera del 20% de capacidad suele ser más habitual en los meses de verano y el principio del otoño, en periodos especialmente calurosos en los que no ha llovido durante un largo periodo de tiempo. En este 2024, el pantano de Iznájar se encuentra al 18,2% en un periodo donde teóricamente es cuando más agua debería contener por las lluvias del invierno.