Un total de 222 mujeres usan a día de hoy en la provincia de Córdoba el Servicio telefónico de Atención y Protección (ATENPRO) para víctimas de violencia de género que coordina Cruz Roja, una cifra que supone un incremento del 2 por ciento respecto a las 217 que había registradas por estas mismas fechas el pasado año.
Y son 349 las mujeres que, en lo que va de año, han utilizado en algún momento este programa, que tiene como objetivo fundamental ofrecer una respuesta inmediata a mujeres maltratadas a través de la teleasistencia móvil.
Mediante este servicio – cuya titularidad pertenece al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad y gestiona la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)-, las mujeres víctimas de violencia de género reciben un terminal móvil conectado las 24 horas del día, los 365 días del año al centro de atención de Cruz Roja, que aporta su capacidad tecnológica y el apoyo psicosocial de profesionales cualificados.
El perfil predominante entre las usuarias de este dispositivo en Córdoba es el de una mujer nacional de entre 40 y 64 años (en un 50% de los casos), con hijos/as y con escasa formación académica. Buena parte de ellas vive en la capital y el resto en la provincia, con Baena, Lucena, Puente Genil, Priego de Córdoba, Palma del Río, Cabra o Pozoblanco como municipios con más altas, pero atenciones en hasta 37 localidades diferentes.
De ahí el convenio de colaboración que la organización tiene suscrito con la Diputación de Córdoba para promover la asistencia y el empoderamiento de mujeres en riesgo de exclusión en la provincia.
Se trata de un recurso con el que la entidad proporciona atención directa, inmediata, personalizada e integral a las mujeres que se encuentran en condiciones precarias en el ámbito social, laboral y/o económico, así como en otros aspectos de sus vidas.
Así, las principales actividades que incluye esta iniciativa son asesoramiento jurídico, orientación social y acompañamiento psicológico. Además de la atención directa, el proyecto –para el que la Diputación destina a Cruz Roja 7.000 euros- contempla actividades de sensibilización y colaboración comunitaria contra la violencia de género y las diversas formas de desigualdad entre hombres y mujeres.