Cristóbal Parralo Aguilera nació el 21 de agosto de 1967 en Priego de Córdoba y tuvo una exitosa carrera futbolística. El prieguense inició su trayectoria deportiva en la cantera del FC Barcelona, donde llegó al filial en la temporada 1986/1987. En la siguiente campaña tuvo su oportunidad en el primer equipo azulgrana, con el inglés Terry Venables como entrenador, aunque posteriormente fue sustituido por Luis Aragonés. A pesar de contar con futbolistas como Gary Lineker, Bernd Schuster o Andoni Zubizarreta, el conjunto azulgrana acabó en la sexta posición de La Liga a 23 puntos del campeón, el Real Madrid. También cayó eliminado pronto en la Copa de la UEFA, ante el Bayern Leverkusen en el Camp Nou, donde 30.000 aficionados mostraron pañuelos en contra de sus propios jugadores.
En marzo de 1988, el Barça conquistó la Copa del Rey por 1-0 ante la Real Sociedad, a pesar del pronóstico de la quiniela, ya que el conjunto txuri-urdin estaba en sus mejores años. A pesar de ello, el ambiente en el equipo azulgrana estaba muy revuelto entre la plantilla y la directiva, y la victoria en la Copa hizo saltar el club por los aires. Los jugadores, entre ellos Cristóbal Parralo, se sintieron fuertes y declararon un pulso a José Luis Núñez, con el que mantenían desde hace meses un enfrentamiento económico. El prieguense fue uno de los protagonistas del motín del Hotel Hesperia, considerada una de las mayores rebeliones contra un presidente de la historia del fútbol.
El problema de los derechos de imagen
Un año antes, Núñez estableció un modelo de contrato que se dividía en dos partes: contrato federativo y por derechos de imagen. De esta forma, los jugadores cobraban por una parte el 60% de sus salarios como contrato federativo tributando el 53% en impuestos y el 40% restante lo cobraban en derechos de imagen tributando sólo el 35%. El problema llegó cuando Hacienda rechazó la propuesta, y realizó inspecciones a los futbolistas exigiendo el 53% por el total. En ese momento, los jugadores se reunieron con Joan Gaspart, vicepresidente deportivo, para que el club se hiciera cargo de la diferencia. Ante la falta de soluciones por parte de la directiva, los jugadores decidieron realizar un acto de protesta.
Aprovechando la visita del Real Madrid, que matemáticamente era campeón de Liga y al que se le iba a hacer el pasillo en el Camp Nou, los jugadores de la primera plantilla contrataron un salón en el Hotel Hesperia de Barcelona, propiedad de Gaspart, para convocar una rueda de prensa y arremeter contra el presidente Núñez. Consciente de lo que iba a ocurrir, Gaspart llamó a Aragonés para saber si estaba involucrado. “Si no voy no vamos a ganar ni un partido más y me vais a echar, si voy, el domingo le ganamos al Madrid”, contestó el ‘Sabio de Hortaleza’. Tras la respuesta del técnico, Gaspart le pidió que fuera a la rueda de prensa.
La rueda de prensa contra José Luis Núñez
El jueves 28 de abril de 1988, los jugadores comparecieron en una mesa en forma de ‘U’, presidida por el capitán José Ramón Alexanco, que estaba acompañado por Víctor Muñoz, Ramón Calderé y Luis Aragonés. En la histórica rueda de prensa estaban todos los futbolistas de la primera plantilla, incluido Cristóbal Parralo. Faltaron sólo Francisco López López, que estaba recuperándose de una operación de estómago, Gary Lineker, concentrado con su selección en Hungría, y Bern Schuster, que había resuelto el problema por su cuenta con Núñez.
Alexanko leyó un comunicado de hasta siete puntos reivindicando la unión de la plantilla a pesar de los continuos intentos de Núñez de dividirla y mostrando su decepción con el presidente. La plantilla afirmó haber perdido toda la confianza en el presidente, acusándolo de haberles decepcionado y humillado como profesionales. De hecho, el Lobo Carrasco afirmó que “el presidente del Madrid sí que está con sus jugadores”. Tras el comunicado, los jugadores dieron una rueda de prensa en la que hablaron todos. La comparecencia causó un auténtico revuelo en la ciudad de Barcelona, como se reflejó el domingo siguiente en el partido ante el Real Madrid.
Cuando el equipo llegó al Camp Nou, el primero en bajar del autobús, Julio Alberto, fue atacado por los ‘Morenos’, un grupo de ultras favorables a Núñez. En ese ambiente tenso, el Barça ganó 2-0 al Real Madrid, con goles de Carrasco y Lineker. A pesar de ello, los jugadores fueron abucheados por su afición durante todo el partido, excepto Schuster, que era aplaudido cada vez que tocaba el balón. Con todo el viento a favor, cinco días después Núñez anunció el fichaje de Johan Cruyff como entrenador de la próxima temporada. Luis Aragonés fue el primero en marcharse, pero le siguieron un total de 14 jugadores de la plantilla, entre ellos Cristóbal Parralo que fue cedido al Real Oviedo y posteriormente al CD Logronés. A pesar de ello, el prieguense volvió al equipo azulgrana en la temporada 1991/1992 y conquistó una Liga y una Copa de Europa.