Ya ha comenzado el curso en la escuela infantil San Pedro Mártir de Verona de Doña Mencía. La guardería es cada curso, el primer centro educativo del municipio que recibe a su alumnado, también en este año marcado por la Covid-19. Son en total 49 niños y niñas, de cero a tres años, los que han inaugurado el periodo 2020/2021, que retoma la presencialidad en las aulas tras más de cinco meses.
Allí, cada mañana les recibe un equipo docente protegido con mascarillas, termómetro de infrarrojos, gel hidroalcohólico y sobre todo, cargado de cariño para repartir entre estos estudiantes bajitos. Lali Camacho ha explicado en Onda Mencía Radio, que este año el periodo de adaptación está siendo algo más complicado para los pequeños, pues han sido muchos meses sin acudir al centro. Añadía además, que aunque los menores están ya acostumbrados a ver a los adultos con mascarilla, para ellos también son importantes las expresiones y gestos que ahora ocultan estas protecciones.
Lali Camacho es la coordinadora en la guardería de la Comisión Covid-19 y por ello está recibiendo formación específica para conocer con detalle cómo actuar en según qué situaciones. La citada Comisión la componen los miembros del Consejo Escolar y una enfermera del consultorio médico local. Esta comisión es la encargada de hacer seguimiento del protocolo de prevención de contagios puesto en marcha en la escuela, en virtud de lo establecido en la instrucción del 6 de julio de la Consejería de Educación.
Entre las medidas que incluye el texto destacan: la habilitación de dos puertas de entrada y salida para evitar la concentración de personas, el lavado continuo de manos, el establecimiento de cuatro grupos de convivencia, uno por aula, que además juegan y comen sin entrar en contacto con el resto; así como la desinfección de calzado y la toma de temperatura al entrar, evitando el acceso de quienes tengan 37°C o más. Está prohibido a su vez, que las familias accedan más allá de la entrada del edificio. Tampoco pueden entrar carritos ni juguetes del exterior, y a ello se suma una constante labor de limpieza y desinfección de materiales e instalaciones.
En las escuelas infantiles, el uso de mascarilla no está recomendado para los alumnos, aunque sí que deben utilizarlas todas las trabajadoras. Además, el protocolo expresa que en caso de detectarse un menor con fiebre, este tendrá que permanecer aislado y esperar en una sala independiente las indicaciones del personal sanitario. Lo acompañará en este proceso una docente protegida con su correspondiente EPI, que avisará a la familia.
El problema cuando se trata de menores de tres años, es la frecuencia con la que suele aparecer fiebre u otros síntomas como las tos o los mocos, muy habituales en estas edades y ahora también compatibles con el SARS-CoV-2. Cuenta sin embargo a favor del centro, las opciones que ofrece el edificio, pues ya disponía de dos puertas al exterior y un patio dividido en dos espacios. Unas instalaciones que incluso fueron decoradas especialmente por el personal de la escuela durante el estado de alarma, contando así con nuevas pinturas en sus distintas paredes y juegos en el suelo.
Todo el personal que trabaja en la guardería ha dado además negativo a coronavirus en los test rápidos que se les efectuaron en las jornadas previas al inicio del curso. De todo ello se ha informado a las familias en dos reuniones celebradas en la Casa de la Cultura, la más reciente tuvo lugar el pasado lunes 31 de agosto."La colaboración de los padres es imprescindible. Están respetando las medidas y estamos muy contentas", señalaba Lali Camacho.
La escuela infantil de Doña Mencía cuenta con 53 plazas, estando cubiertas en la actualidad 49 de ellas. Quedan de hecho cuatro vacantes en los grupos de dos años y hay cuatro niños en lista de espera al estar cubiertas todas las plazas de un año. En el centro actualmente hay por lo tanto un grupo mixto con tres niños de cero años y cinco de uno, un aula con 14 pequeños de un año y dos aulas de dos años, de 13 y 14 estudiantes respectivamente.