Este año, Iznájar quiere hacer un especial hincapié en sus recursos turísticos al aire libre para fomentar y potenciar un turismo seguro y libre de la Covid-19 y que al mismo tiempo muestre su riqueza natural y paisajística.
Iznájar pone así a disposición del visitante distintas rutas de senderismo como el recién señalizado sendero de 'El Cañuelo'. Se trata de un recorrido circular de poco más de dos horas rodeado de toda la flora típica de esta zona marcada sobre todo por los paisajes de olivos y con unas estampas únicas que permiten disfrutar de la grandiosidad del Embalse de Iznájar, entre otras panorámicas.
El conocido como Lago de Andalucía es uno de los motores turísticos del municipio. La llegada del calor hace que la enorme playa de agua dulce de Valdearenas se llene de bañistas y visitantes dispuestos, no solo a disfrutar de los baños de sol y agua, sino también a saciar sus ansias de aventura con una oferta de turismo activo inmensa (paddle surf, vela, piragüismo, etc.) que se ofrece desde la Estación Náutica Lago de Andalucía, o realizando la conocida ruta senderista del margen izquierdo de este Embalse que ocupa tierras de tres provincias: Córdoba, Málaga y Granada.
También se presenta como uno de los grandes atractivos de la comarca la ruta Subbética Sur en la que, partiendo del municipio, se realiza un itinerario con unas vistas inolvidables de El Higueral, Las Lagunillas, la Sierra de Rute, el Camino de la Hoz, Lorite y La Celada. Las montañas, las colinas y los valles de esta zona crean un recorrido ideal para disfrutar de la tranquilidad y el aire puro.
La mayor parte de estos trazados también pueden realizarse en bicicleta. El cicloturismo es otra de las grandes apuestas de Iznájar para FITUR. Su orografía ofrece rutas para realizar en compañía de toda la familia y para todos los niveles, pero también cuenta con zonas de media montaña un poco más exigentes para aquellos que buscan emociones más fuertes. Un secreto: en las inmediaciones del Embalse de Iznájar abundan los puertos cortos y repechos con pendientes un poco más pronunciadas para aquellos que cuentan con un algo más de experiencia.
Durante muchos años y aun en tiempos de pandemia, los vecinos de Iznájar se han mantenido unidos y han trabajado juntos para lograr que este pequeño pueblo cordobés se convierta en uno de los referentes turísticos de la provincia. Una fórmula que funciona a la perfección, pues a día de hoy sigue siendo el municipio de la provincia con más ofertas de alojamiento por detrás de la capital. Los últimos datos, antes de la llegada de la COVID-19, reflejaban que en torno a 75.000 personas se habían hospedado alguna noche en los aproximadamente 110 alojamientos turísticos repartidos por el amplio término municipal iznajeño.
Situado a las puertas del Parque Natural de la Sierras Subbéticas Cordobesas, Iznájar no solo cuenta con una gran riqueza natural, sino que ofrece a los visitantes un amplio patrimonio monumental donde destaca su castillo nazarí, el Patio de la Comedias, la Plaza de Rafael Alberti, Iglesia Parroquial de Santiago o el Santuario de la Patrona. Todo ello repartido en un coqueto entramado de calles tranquilas y repletas de macetas de colores que contrastan con el blanco de las paredes, típico sello andaluz. Este pequeño pueblo blanco bien merece ser descubierto a pie, disfrutando de la belleza, el sol o sus gentes, como paso previo antes de degustar su rica y variada gastronomía. La cocina iznajeña nos trae sabores caseros y tradicionales con regusto a platos y guisos de antiguas raíces andaluzas.
Casi rodeada en su totalidad por las aguas del río Genil, esta “isla” cordobesa recibe con los brazos abiertos a toda la familia y promete una jornada llena de recuerdos inolvidables pues todo este conjunto también se completa con una amplia oferta cultural, artística y de ocio.