Iznájar vuelve a estar presente en la Feria Internacional de Turismo, FITUR 2024, que se celebra en Madrid del 24 al 28 de enero. Pero este año, el que está considerado como uno de los pueblos más bellos de España llega con un nuevo reconocimiento: su declaración como Municipio Turístico de Andalucía con el que se le señala como destino destacado, es decir, que soporta un peso importante por su volumen de visitantes en determinadas épocas del año.
Desde el ayuntamiento de Iznájar han estado trabajando al servicio de los turistas que se acercan a descubrir esta joya cordobesa, orgullosos de todo lo que puede ofrecerles este municipio destacando sus recursos patrimoniales, gastronómicos, naturales, culturales, etnográficos y deportivos o de ocio. Su base es buena porque Iznájar está ubicado a los pies del Embalse que lleva su nombre –el más grande de toda Andalucía- y que casi rodea completamente al pueblo ofreciendo unas vistas inolvidables para los viajeros.
Y aunque este sello es un revulsivo para seguir trabajando en la calidad de los servicios que se ofrecen a los visitantes, lo cierto es que Iznájar ya cuenta con otro importante reconocimiento como es ser la segunda localidad de la provincia de Córdoba, después de la capital, con la mayor oferta de camas y alojamientos para turistas. Una oferta que se completa con distintas tiendas y establecimientos hosteleros que con su trabajo también han contribuido a poder entrar en tan selecto club de Municipios Turísticos de Andalucía (sólo 46 en toda la Comunidad).
Precisamente, estos últimos años han realizado una gran labor de recuperación y mantenimiento para que a día de hoy pueda hablarse de gastronomía al más puro estilo iznajeño. Todo lo referido a la matanza del cerdo, el choto frito, la sobreusa, el guisillo de espárragos, el salmorejo iznajeño, las pavitas de San Marcos o los huevos volaos, son sólo algunos de los platos que forman parte de la historia gastronómica del lugar. Todo ello regado por un oro líquido de altísima calidad procedente de las fincas de olivares que acompañan al visitante camino de Iznájar
Como buen pueblo blanco, sus calles invitan a pasear para disfrutar de la luminosidad de las casas encaladas que sólo se rompe con los vivos colores de las macetas y sus flores, un arte floral que los vecinos cuidan de forma particular durante todo el año. Pero a Iznájar no le faltan rincones, plazas y calles que se han restaurado y que forman parte de su historia como su gran fortaleza de origen islámico que domina el pueblo y la comarca desde lo más alto, el patio de las comedias, la torre de San Rafael, sus impresionantes miradores, la Iglesia de Santiago o la plaza de Rafael Alberti.
Un patrimonio monumental que se ha sabido rodear de una gran actividad cultural que está muy por encima de la media de las ciudades de Andalucía. Sus casi cuatro mil habitantes disfrutan de la Muestra Internacional de Cine Lago de Iznájar, la carrera de los Autoslocos, el Festival de los Balcones y los Rincones, El Festival de Poesía de Iznájar, el Iznajazz y un largo etcétera de actividades de ocio que suelen sorprender a todos los que deciden adentrarse en esta localidad.
No obstante, si hay algo que marca el ritmo de esta pequeña joya de la Subbética Cordobesa es una fuerte tradición etnográfica que lucha por mantener viva fiestas como las dedicadas a su patrona, la Virgen de la Piedad, o celebraciones como la Semana Santa que se caracteriza por un espíritu muy particular y colorido.
El buen tiempo de la zona invita a disfrutar al aire libre y, para ello, la localidad cuenta con una amplia oferta de turismo activo. Ya sea perderse y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza en su red de rutas senderistas que en breve se reunirán en un mapa para facilitar su acceso como disfrutar de las múltiples actividades náuticas que ofrece en el embalse desde su playa de Valdearenas que tiene una extensión de aproximadamente un kilómetro y medio.
En la actualidad, sólo dos pueblos en Córdoba cuentan con el reconocimiento de Municipio Turístico de Andalucía y los dos pertenecen a la Subbética Cordobesa: Rute e Iznájar. Ubicados uno al lado del otro, para este 2024, a través de la Mancomunidad de la Subbética Cordobesa, han decidido unirse y ofrecer una experiencia turística única para disfrutar con los cinco sentidos estas dos localidades y el sur de la Subbética, destacando las distintas bondades que el viajero puede disfrutar en cada uno de ellos. Para ello se realizarán distintas campañas en redes sociales, se crearán paquetes turísticos familiares y se ofrecerá información sobre lugares únicos y desconocidos que suelen pasar desapercibidos a los ojos de los visitantes.