La prolongada sequía que estamos sufriendo este año unida a las altas temperaturas sufridas durante un verano especialmente caluroso está afectando y de qué manera al embalse de Iznájar. Y es que el mayor pantano de Andalucía continúa vaciándose a un ritmo preocupante, situándose a día de hoy al 26,68% de su capacidad.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el pantano tiene embalsados 263,52 hm3 de agua sobre una capacidad total de 981. Las cifras son aún más significativas si se compara con años anteriores. La misma semana del pasado año, el embalse contenía 456 hm3, situándose al 46,48% de su capacidad (casi veinte puntos más que en 2017).
Si se compara el agua embalsada con la que había en la misma fecha durante la última década, las cifras son aún más abultadas. Y es que la media de agua embalsada que contenía el pantano durante la última es 63,69% de su capacidad, prácticamente el triple de lo que tiene actualmente.
La falta de precipitaciones está castigando sobremanera al mayor pantano de Andalucía, que ve cómo día tras día se vacía ante la falta prolongada de precipitaciones. El embalse iznajeño presenta a día de hoy las peores cifras de la última década.
