La falta de lluvias en la Subbética cordobesa durante los últimos meses está provocando una sequía de la que ya se están resintiendo tanto los campos como los acuíferos de la comarca. Un claro ejemplo de ello es el pantano de Iznájar.
El embalse más grande de Andalucía se encuentra actualmente al 32% de su capacidad con apenas 316 hectómetros cúbicos de agua embalsada de un total de 981 de capacidad. Sólo durante la última semana ha perdido 23 hectómetros cúbicos de agua, un 2,34% de la contenida.
Esta delicada situación del pantano iznajeño contrasta con el estado que se encontraba a finales de agosto el pasado año. En 2018 contenía a estas alturas 497 hectómetros cúbicos y se encontraba al 50,66% de su capacidad, un 17% más de agua de la que tiene actualmente.
La situación se agrava si se comparan las cifras con los datos de hace una década. En el año 2009, el conocido como Lago de Andalucía estaba al 60% de su capacidad en pleno mes de agosto con 597 hectómetros cúbicos, prácticamente el doble de lo que contiene ahora mismo.
Pese a encontrarse a menos de un tercio de su capacidad, no hay que alarmarse con la situación. Por el momento, no está previsto que puedan llegar a producirse restricciones en los municipios a los que abastece, incluso aunque no lloviese nada en lo que resta de verano.