El Ayuntamiento de Lucena cerró el ejercicio 2018 con un presupuesto de ejecución consolidado de 50.383.173 euros cumpliendo por cuarto año consecutivo el objetivo de estabilidad presupuestaria, según se recoge en el informe anual elaborado por la Concejalía de Hacienda.
Este documento contable del Consistorio, del que se dará cuenta en la próxima sesión plenaria, cifra en un 11% el incremento de la cifra de cierre de las cuentas municipales respecto al año anterior, con un porcentaje del 84% de ejecución del presupuesto previsto inicialmente. El ejercicio 2018 cerró también con superávit ajustado positivo, valorado en 1.193.837 euros como consecuencia principalmente de ser el último año de revisión catastral, y con un remanente de tesorería también positivo, para el Ayuntamiento de 250.167 euros y para el PDM de 83.885 euros.
En el desglose de la cifra de ejecución presupuestaria, el informe de Hacienda enlaza capítulos –como gasto corriente, personal o gasto finaciero– que se cierran por encima del 95% con el de inversiones, que se quedó en un 40% respecto a lo previsto inicialmente, citando dicho estudio como motivos la demora por parte del Ministerio de Hacienda en el inicio de los proyectos incluidos en la Edusi 'Lucena cohesionada', la ejecución de obras plurianuales cuya cuantía computará en este año 2019 y la obligación de atender otras actuaciones urgentes, no previstas en el presupuesto, como consecuencia de los daños provocados por el temporal en marzo de 2018 en algunas zonas de la ciudad.
En cuanto a la deuda vida del Ayuntamiento de Lucena, el informe municipal presentado por la concejal de Hacienda, Araceli Bergillos, estipula a 31 de diciembre de 2018 una deuda bancaria total a largo plazo de 8.512.606 euros, incrementada por otro crédito a corto plazo, utilizado por la Tesorería para el funcionamiento diario, de 2.046.795 euros. Ambas cifras dan como resultado un índice de endeudamiento sobre gastos corrientes del 26%, lejos del límite de obligado cumplimiento del 110%.
Por último, el informe de cierre presupuestario recoge una desviación en la regla de gasto al ofrecer como dato conseguido el 3,9% cuando el Ayuntamiento lucentino tenía como objetivo el 2,4%. Este desvío se argumenta en la obligación de afrontar a lo largo del año 2018 algunos gastos que no computan como estructurales, tales como el pago de diversas expropiaciones forzosas o las inversiones en instalaciones deportivas con el dinero obtenido con la venta del antiguo campo de fútbol. Al ser gastos que no aparecerán en presupuestos siguientes, la variación en la regla de gasto se da como justificada, de modo que desde el Área de Hacienda se confía en que será necesario adoptar medidas de control presupuestario.